Israel está en alerta y ha iniciado la movilización de sus fuerzas armadas en preparación para una eventual incursión terrestre en Gaza como respuesta al ataque de Hamás.
A lo largo de su historia, Israel ha enfrentado situaciones de toma de rehenes, aunque nunca de esta envergadura. En el pasado, los grupos militantes solían buscar la liberación de prisioneros israelíes a cambio de los rehenes capturados. Por ejemplo, en 2011, Israel liberó a 1,027 palestinos a cambio del soldado israelí Gilad Shalit.
En 2004, liberó a más de dos docenas de prisioneros libaneses y árabes, incluyendo altos funcionarios de Hezbollah, a cambio de Elhanan Tannenbaum, un empresario israelí y coronel de reserva, además de los cuerpos de tres soldados israelíes.
En 2008, liberó a cinco prisioneros palestinos, cinco prisioneros libaneses y devolvió los cuerpos de casi 200 combatientes árabes a cambio de los cuerpos de dos soldados israelíes.
Hamás afirma tener más de 100 rehenes en su poder, lo que complica cualquier acción militar israelí en Gaza. El brazo armado de Hamás ha amenazado con matar a rehenes civiles si Israel ataca en Gaza sin previo aviso. Las FDI han manifestado su intención de tomar el control de Gaza y poner fin al enclave.
¿Se desencadenará un conflicto regional?
Este conflicto plantea la posibilidad de una guerra regional más amplia, ya que se ha especulado que Hamás podría haber recibido apoyo externo en su operación sofisticada y coordinada. Se ha sugerido que Irán podría respaldar a Hamás, y Estados Unidos ha enviado refuerzos militares a la región para disuadir cualquier escalada más allá de las fronteras de Israel.
Además, Israel enfrenta la amenaza de abrir nuevos frentes en el conflicto, ya que solo mantiene la paz con Jordania y Egipto entre sus vecinos inmediatos. El grupo militante libanés Hezbollah, respaldado por Irán, ha elogiado el ataque de Hamás y afirma estar en contacto con grupos militantes palestinos en el Líbano y en el extranjero. En respuesta a esto, Israel ha respondido con artillería a ataques contra sitios israelíes en una zona disputada conocida como Shebaa Farms.
Las tensiones en la región están en aumento y la situación es volátil, lo que aumenta la preocupación por un conflicto más amplio en el Medio Oriente.
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