La administración Biden está presionando a Israel para reconsiderar su plan de llevar a cabo una importante ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. En su lugar, se les insta a considerar una operación más selectiva que involucre aviones y fuerzas especiales para llevar a cabo incursiones precisas contra objetivos de alto valor de Hamás y su infraestructura.
La razón detrás de esta presión radica en las preocupaciones sobre las posibles consecuencias de un ataque terrestre total, incluida la duda sobre si realmente eliminaría a Hamás. También preocupa el impacto en las negociaciones de liberación de rehenes y la posibilidad de un aumento en el número de víctimas civiles y soldados israelíes. La administración Biden cree que una operación más quirúrgica sería más propicia para las negociaciones y menos perjudicial para ambas partes. A pesar de la presión de Estados Unidos, no está claro si Israel cambiará su enfoque de una invasión terrestre.
Además, la administración Biden está trabajando para proporcionar un nuevo paquete de seguridad a Israel. Mientras tanto, las fuerzas israelíes han realizado incursiones limitadas en Gaza en los últimos días. Aunque los funcionarios estadounidenses han expresado su preferencia por operaciones más ligeras, Israel ha mantenido la opción de una ofensiva terrestre a gran escala.
Estados Unidos ha enviado un equipo de oficiales a Israel para ofrecer recomendaciones sobre cómo llevar a cabo operaciones militares en áreas urbanas. Aunque se enfatiza la necesidad de considerar la mitigación de víctimas civiles, no se han hecho comentarios públicos sobre la preferencia por ataques quirúrgicos.
La preocupación principal de Estados Unidos es evitar una escalada regional y proteger al personal estadounidense en la región. A medida que crecen las dudas sobre la idoneidad de una invasión terrestre, algunos legisladores demócratas han pedido una pausa humanitaria en la violencia para permitir que la ayuda llegue a Gaza.
En cuanto a la retórica pública de Biden y sus funcionarios, han evolucionado desde un fuerte apoyo a Israel hasta un enfoque más equilibrado que enfatiza una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí. El presidente ha destacado la importancia de considerar el bienestar de los civiles y el enfoque en un futuro de paz en la región.
Estas acciones y declaraciones marcan un cambio en la postura de la administración estadounidense desde el inicio de la reciente crisis en Oriente Medio.
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