Argentina deberá enfrentar esta semana dos nuevos pagos de deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) por un total de 3.400 millones de dólares. Para este desembolso, se utilizarán yuanes chinos y USD 1.900 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) como parte de una estrategia para afrontar los compromisos financieros.
En este sentido, la decisión de utilizar alternativas de pago se enmarca dentro de las acciones adoptadas por el Gobierno argentino para hacer frente a los compromisos financieros en medio de un delicado contexto económico de reservas en niveles bajos y presión financiera. Esta medida se suma a otras estrategias previas, como el recurso de recurrir a préstamos de otros prestamistas internacionales – como Qatar, CAF y China – para cancelar vencimientos con el FMI.
Sin embargo, a pesar de estas medidas, persisten las preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera y la capacidad del país para mantener su estabilidad económica. En este contexto, el Gobierno viene retrasando los pagos con el organismo crediticio, esperando el apoyo de la comunidad internacional y tratando de manejar las expectativas de devaluación y la inestabilidad económica doméstica de cara a las elecciones.
Es por esto que la estrategia de usar yuanes y Derechos Especiales de Giros para afrontar los compromisos de pago representa un enfoque de corto plazo, mientras el Gobierno trabaja para estabilizar la situación financiera y negociar acuerdos a largo plazo con el Fondo Monetario Internacional.
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