Un escándalo sacude a las altas esferas del gobierno uruguayo, involucrando a destacados funcionarios en una trama vinculada a uno de los narcotraficantes más buscados del país vecino, Sebastián Marset. El caso ha llevado a la renuncia del canciller Fernando Bustillo y ha puesto al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en el punto de mira de la oposición.

El escándalo se desencadenó a raíz de la filtración de audios comprometedores, en los que Bustillo presionaba a la exvicecanciller, Carolina Ache, para que borrara conversaciones relacionadas con el caso Marset. En uno de los mensajes, Bustillo aconsejaba a Ache que “perdiera” su celular, donde se encontraban registros de esas conversaciones comprometedoras con Guillermo Maciel, subsecretario de Interior.

La dimisión de Bustillo tuvo lugar tras una conversación con el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien aceptó la renuncia. Como reemplazo temporal, Diego Escuder, director general de la Secretaría de Cancillería, asumió el cargo de canciller interino. Bustillo ha sostenido que no hubo ilegalidad en sus acciones y ha acusado a Ache de descontextualizar conversaciones y actuar de mala fe.

Este escándalo tiene sus raíces en septiembre de 2021, cuando Marset fue arrestado en Dubái intentando abandonar el país con un pasaporte falso. Posteriormente, su familia solicitó al consulado uruguayo un nuevo pasaporte. Sin embargo, a pesar de las advertencias de Maciel sobre la peligrosidad de Marset, este obtuvo un nuevo pasaporte en noviembre de ese año. Marset, actualmente prófugo y buscado por Interpol, enfrenta acusaciones de traficar grandes cantidades de cocaína entre Paraguay y Europa, con Uruguay como punto de paso. Además, ha sido señalado por el presidente colombiano Gustavo Petro como el autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en 2022.

La investigación sobre el asesinato de Pecci en territorio colombiano demuestra que el problema del narcotráfico ha trascendido las fronteras bilaterales y se ha convertido en una preocupación global. En el pasado, hubo interpelaciones en el Parlamento a Bustillo y Heber, donde el ex canciller afirmó que “en noviembre [de 2021] nadie sabía quién era Marset”. Sin embargo, la revelación de los mensajes de Ache y Maciel refuta esta declaración.

La situación se volvió a caldear a fines de octubre de este año, cuando el fiscal Alejandro Machado inició nuevas investigaciones centradas en el papel de Cancillería en el caso. La declaración de Ache, que proporcionó los audios con Bustillo, arrojó más incertidumbres sobre las actuaciones de los funcionarios en este caso.

El escándalo ha causado indignación entre los legisladores del oficialismo y la oposición, con llamados a la renuncia de Heber y Lafluf. Este incidente llega en un momento delicado para el presidente Lacalle Pou, quien está participando en una cumbre en Washington y tiene agendada una reunión con el presidente estadounidense Joe Biden.

Este caso se suma a otros incidentes que han afectado al presidente uruguayo, incluida la condena de Alejandro Astesiano, exjefe de la custodia presidencial, por liderar una organización que emitía pasaportes uruguayos falsos a extranjeros, incluidos posibles rusos que huían de su país tras la invasión de Ucrania.

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Fuente: El Cronista

Redacción
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