El viernes, la entrega de ayuda de la ONU a Gaza se detuvo debido a la escasez de combustible y la interrupción de las comunicaciones, agravando la difícil situación de miles de palestinos sin hogar y hambrientos.
Mientras las tropas israelíes combatían a los militantes de Hamas en la región, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas alertó sobre la amenaza inminente de hambruna para los civiles en Gaza debido a la falta de suministros alimentarios.
La crisis humanitaria en Gaza, donde residen 2,3 millones de personas, ha alcanzado una fase aún más grave en su séptima semana de guerra. Israel, con el objetivo de aniquilar a Hamas, ha llevado a cabo intensos bombardeos que han dejado gran parte de Gaza en ruinas, obligando a la despoblación de la mitad norte del enclave y dejando a dos tercios de la población sin hogar.
Las autoridades sanitarias de Gaza, consideradas confiables por la ONU, informan de más de 11,500 muertes confirmadas, incluyendo un 40% de niños. El hospital más grande de Gaza, Al Shifa, ha sido centro de atención internacional, y el ejército israelí afirmó haber encontrado un túnel de Hamas y armas en sus instalaciones. Sin embargo, el personal del hospital niega las acusaciones, y la situación humanitaria dentro del hospital es crítica, con falta de suministros básicos y comunicaciones interrumpidas.
El cierre de la comunicación con organizaciones externas ha dejado sin respuesta las solicitudes de evacuación para aquellos en condiciones desesperadas. Otro hospital, Al Ahli, cerró su departamento de cirugía por falta de anestésicos. Los ataques israelíes han destruido o dañado al menos el 45% de las unidades de vivienda en Gaza, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
La entrega de ayuda transfronteriza se suspendió debido a la escasez de combustible y la falta de comunicaciones, profundizando la crisis humanitaria. A pesar de llamados internacionales a un alto el fuego, no hay indicios de tregua, y el ejército israelí continúa su presión en el norte de Gaza. La directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos advierte sobre el riesgo inminente de hambruna para la población, especialmente con el invierno acercándose y la falta de refugios seguros y agua potable. La Organización Mundial de la Salud teme la propagación de enfermedades.
En Cisjordania, las tensiones persisten con enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y las Brigadas Al-Quds de Hamas. La violencia ha dejado al menos 178 palestinos muertos en Cisjordania desde el 7 de octubre, subrayando el temor de que el conflicto pueda extenderse más allá de Gaza.
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