La Duma Estatal, la cámara baja del parlamento ruso, aprobó este viernes un presupuesto federal sin precedentes. El mismo prevé un aumento del gasto en un 25% para el año 2024, con un enfoque especial al gasto en defensa y apoyo a Putin.
En este sentido, el presupuesto planificado para el periodo 2024-2026, está diseñado específicamente para financiar el ejército y contrarrestar el impacto de las sanciones internacionales impuestas a Rusia. Según Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal, se busca proporcionar fondos tanto para la defensa como para las obligaciones sociales del Estado en medio de “17.500 sanciones”.
Esta medida refleja el deseo del Kremlin de fortalecer el respaldo al presidente Vladimir Putin, particularmente en vísperas de las elecciones presidenciales de marzo. Sin embargo, pese a la aprobación en la Duma Estatal, varios críticos argumentan que el presupuesto no aborda adecuadamente las necesidades sociales, especialmente en términos de pensiones y el respaldo financiero insuficiente para las personas mayores.
Y aunque se espera que el gasto en defensa supere al gasto social por primera vez en la historia moderna de Rusia, los analistas señalan que esta decisión podría presentar desafíos a sortear en el largo plazo. Mientras que el Ministerio de Finanzas ruso proyecta un déficit presupuestario del 0,8% del PIB de Rusia, con un gasto previsto de alrededor de 411 mil millones de dólares en 2024.
Por su parte, Richard Connolly, experto en el ejército y la economía de Rusia en el Royal United Services Institute de Londres, interpreta el proyecto del presupuesto como una estrategia para “tratar de solucionar la guerra en Ucrania y de estar preparados para una confrontación militar con Occidente a perpetuidad”. Este enfoque llevó a describir la situación como una “remilitarización total de la sociedad rusa”.
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