En medio de un recrudecimiento de las tensiones entre Hamas e Israel, en simultáneo con el posterior alto al fuego impuesto internacionalmente, Hamas liberó el día de ayer a múltiples rehenes a cambio de presos palestinos. Este fue el primer intercambio que ambas partes realizaron, como parte de un acuerdo para liberar a 50 secuestrados por el grupo islamista a cambio de 150 prisioneros, respetando los tiempos de la tregua.
Aunque ninguna de las partes denunció violaciones al trato, es factible que pueda extenderse hasta diez días si Hamas se compromete a liberar al menos diez cautivos por día. En los próximos días se repetirá la misma operación y en proporciones similares, esperando también que aquellos rehenes no israelíes también puedan ser liberados ya que, en esta primera ocasión, fueron 24 israelíes, diez tailandeses y un filipino.
Israel, por su parte, liberó a 39 palestinos que se encontraban en prisiones de Israel y que fueron llevados a Cisjordania. “Hemos completado el regreso de los primeros de nuestros secuestrados. Los niños, sus madres y otras mujeres. Todos y cada uno de ellos son un mundo entero. Estamos comprometidos con el regreso de todos nuestros secuestrados”, declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Por su parte, el líder de Hamas, Ismail Haniyeh, declaró que el grupo “proseguirá sus esfuerzos para detener el asalto israelí a Gaza, completar el intercambio de prisioneros, poner fin al bloqueo israelí sobre la Franja de Gaza y al “ataque” a la mezquita de Al Aqsa, además de permitir al pueblo palestino hacer realidad su legítimo derecho nacional a un Estado independiente con Jerusalén como capital, a la autodeterminación y al retorno de los refugiados palestinos”. Esta afirmación sobreexistirá sí y solo sí Israel hace lo mismo, puntualizó.
Más allá de la liberación de rehenes que han sido cautivos desde el 7 de octubre pasado, una noticia que conmueve y es celebrada internacionalmente, la tregua entre Israel y Hamas ha sido un puntapié inicial para permitir el ingreso de la ayuda humanitaria, bloqueada desde el inicio de los combates. El portavoz de la Agencia de la ONU para la Salud (OMS), Christian Lindmeier, fue uno de los que recalcó sus esperanzas de que la pausa se prolongue en un alto al fuego sostenido, ya que la situación de los pacientes y trabajadores sanitarios atrapados en los hospitales del norte de Gaza, así como la entrada de la ayuda humanitaria en sí misma, es crítica.
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