En una corta gira destinada a consolidar la influencia de Moscú en Oriente Medio, Vladímir Putin, visitó los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí. Este movimiento se produce en medio de la creciente guerra en Ucrania y busca elevar el perfil de Rusia como un actor clave en la región.
El presidente ruso, que limitó sus viajes internacionales desde la invasión de Ucrania en 2022, aterrizó en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Durante sus conversaciones con el presidente de EAU, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, se abordó una agenda de temas que incluyen la cooperación energética, el conflicto en Oriente Medio y la crisis ucraniana.
Desde Emiratos Árabes, Putin se dirigió a Riad, la capital saudí, donde se reunió con el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Ambos líderes intercambiaron cálidos saludos, y las conversaciones se centraron en los asuntos regionales y la seguridad en Oriente Medio, consolidando aún más la presencia de Rusia en la región. Subrayando además el nivel sin precedentes de las relaciones ruso-saudíes.
La agenda de Putin incluyó temas cruciales como la guerra entre Israel y Hamás, ya que el mandatario tiene como objetivo posicionar a Rusia como un mediador en el conflicto, desafiando la narrativa diplomática estadounidense. Esta ofensiva diplomática de Putin continuará con una reunión en el Kremlin con el presidente iraní, Ebrahim Raisi.
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