La Marina de Estados Unidos tiene previsto equipar submarinos con la versión “Maritime Strike” del misil Tomahawk a partir del próximo año. La medida se da en un esfuerzo por fortalecer sus capacidades militares y contrarrestar la presencia marítima de China, especialmente en las proximidades de Taiwán.
El director del programa, capitán Jon Hersey, anunció que la versión modificada del misil Tomahawk de RTX Corp., diseñada tradicionalmente para ataques terrestres, estará operativa después del 1 de octubre. Estos nuevos modelos estarán equipados con un sistema de guía mejorado, permitiéndoles atacar objetivos móviles en el mar. La Marina recibió la versión inicial de estos misiles el año pasado para realizar pruebas.
El calendario del nuevo misil de ataque marítimo se enmarca dentro de los planes del Pentágono de desplegar miles de drones en la estratégica región del Indo-Pacífico para contrarrestar a China. Conocido como programa Replicator, Estados Unidos pretende desplegar su arsenal a gran escala entre febrero y agosto de 2025.
El desarrollo también se suma a la reciente alianza de seguridad de Washington con Reino Unido y Australia, conocida como Aukus. El trío de naciones anunció el viernes una serie de planes, incluido el uso de inteligencia artificial a bordo de aviones que patrullan el Pacífico para ayudar a rastrear submarinos chinos.
China, por su parte, expresó su preocupación por las acciones militares estadounidenses en las proximidades de Taiwán, considerando estas movilizaciones como una interferencia en sus asuntos internos. Expertos sugieren que este movimiento de Estados Unidos podría tener repercusiones significativas en el equilibrio de poder en la región, generando respuestas estratégicas por parte de China.
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