Este lunes las fuerzas israelíes intensificó su ofensiva militar contra Hamás, centrándose en las dos ciudades más grandes del territorio, Jan Yunis y la ciudad de Gaza. Con civiles atrapados en las líneas de combate, Israel anunció su determinación de continuar con los ataques hasta que Hamás sea desalojado del poder y se cumplan sus condiciones para el cese de hostilidades.
De acuerdo a datos oficiales, los combates más intensos se registraron en Jan Yunis y sus alrededores, así como en la ciudad de Gaza y el campamento de refugiados de Jabaliya. El conflicto dejó miles de civiles palestinos muertos y forzó a casi el 85% de la población de Gaza, aproximadamente 2.3 millones de personas, a abandonar sus hogares.
En este sentido, los residentes atrapados en medio de los enfrentamientos describen una situación desesperada, con infraestructuras y viviendas reducidas a escombros. Mientras que la crisis humanitaria se agrava con la escasez de alimentos, agua y otros suministros básicos en Gaza – donde la ayuda externa es limitada -, se suma el temor de un desplazamiento permanente.
A pesar de las afirmaciones del gobierno israelí de evitar desplazamientos masivos, persisten preocupaciones sobre el destino de los palestinos en Gaza. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, advirtió sobre la posible ruptura del orden público y el riesgo de epidemias.
The Globe and Mail
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