En medio de una escalada de tensión, los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel se intensificaron, marcando una nueva fase de confrontación en una región ya convulsionada por décadas de conflicto. El jueves, ambos bandos cruzaron acciones violentas, evidenciando una situación cada vez más volátil.

Hezbolá, el grupo armado libanés, sorprendió con la introducción de misiles incendiarios en el conflicto, apuntando al bosque de Branit, ubicado en el norte de Palestina. Este movimiento fue en respuesta a las acciones israelíes que devastaron olivos y provocaron incendios que arrasaron cientos de kilómetros cuadrados en territorio sur.

El ataque israelí no se quedó atrás. Por primera vez desde el inicio de este ciclo de violencia, los ataques aéreos israelíes se centraron en la zona de Bouslayia, situada cerca de la frontera sur del Monte Líbano, marcando un punto crítico a tan solo 32 kilómetros del principal punto fronterizo. Estos bombardeos se suscitaron poco después de que aviones de reconocimiento israelíes sobrevolaran a baja altitud territorios libaneses y tras el hallazgo de un proyectil en Wadi Bisri.

Las acciones militares de Israel se dirigieron, según su versión, contra un “centro de mando de operaciones” de Hezbolá y contra combatientes que se aproximaban a la frontera cerca de Mtolleh.

Respondiendo a la quema del bosque de Al-Raheb por parte de Israel, Hezbolá enfatizó su compromiso con la protección de civiles y sus territorios. En un comunicado oficial, el grupo armado expresó: “La resistencia [libanesa de Hezbolá] reitera que no tolerará ningún daño a los civiles y no permitirá la violación de nuestras ciudades y pueblos”.

Te puede interesar: Estados Unidos presiona al Gobierno de Israel para cambiar la estrategia en Gaza

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario