Un comité parlamentario turco dio luz verde a la solicitud de Suecia para unirse a la OTAN, eliminando uno de los últimos obstáculos en el proceso de adhesión. Esta aprobación es un hito crucial para la seguridad en Europa, especialmente tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan (izquierda) y el primer ministro sueco, Ulf Kristersson (derecha) estrechan la mano del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes de una cumbre de la OTAN en Lituania en julio. Henrik Montgomery/TT News Agency/AP

La decisión del comité de asuntos exteriores fue tomada el martes, y allana el camino para que el parlamento turco ratifique la candidatura de Estocolmo. Y si bien todavía no se estableció una fecha clara para esta votación, se espera que sea el paso final en el proceso.

Suecia, que abandonó su política de no alineación militar tras la invasión rusa a Ucrania en 2022, buscó unirse a la OTAN junto con Finlandia. Mientras Turquía ya aprobó la candidatura de Finlandia, hubo resistencia por parte del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, para admitir a Suecia.

En este sentido, Erdoğan condicionó la entrada de Suecia a medidas enérgicas contra los kurdos y otros disidentes políticos que considera “terroristas”. Suecia respondió a estas demandas aprobando este año una ley antiterrorista y encarcelando a un individuo por financiar al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, catalogado como organización terrorista por Turquía y la UE.

Por su parte, Fuat Oktay, jefe del comité de Relaciones Exteriores y miembro del partido gobernante, expresó durante el debate que el Gobierno turco está “satisfecho” con las medidas tomadas por Suecia, aunque espera más esfuerzos para detener la financiación del terrorismo.

Financial Times

Redacción
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