En medio de la creciente tensión en el Mar Rojo, donde los rebeldes hutíes de Yemen intensificaron sus ataques a barcos comerciales y militares, se generaron una serie de interrogantes sobre sus motivaciones y las posibles consecuencias geopolíticas y económicas.
En este sentido, los hutíes afirmaron que la justificación de sus ataques reside en una medida para presionar a Israel y poner fin a la guerra en Gaza. A nivel interno, estos ataques ganaron popularidad y permitieron al grupo reclutar nuevos combatientes.
El apoyo declarado de los hutíes al pueblo de Gaza es popular en Yemen, y sirvió como una estrategia política para reclutar nuevos combatientes. A pesar de la complejidad de las tensiones internacionales, los hutíes han encontrado en estos ataques una forma de aumentar la presión sobre Arabia Saudita y negociar un alto el fuego a largo plazo.
Asimismo, la posición estratégica de los hutíes en el norte de Yemen – cerca del estrecho de Bab al-Mandeb – fue subestimada, según analistas. Este estrecho resulta clave para el tráfico mundial de portacontenedores y representa el 30% del tráfico mundial, es por ello que los ataques perpetrados llevaron a la suspensión del tránsito por importantes compañías navieras, afectando al transporte de petróleo y gas.
Posición diplomática delicada
En respuesta a los ataques, Estados Unidos impuso sanciones a presuntos financiadores hutíes y lidera una coalición marítima con otros países. Sin embargo, la posición diplomática es delicada, ya que el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen – operando desde Adén – debe condenar los ataques sin ser percibido como un respaldo a Israel.
En este sentido, analistas señalan que aunque Estados Unidos lidera una coalición compuesta por 10 países con el objetivo de contener estos ataques, ambas partes están interesadas en evitar una escalada que podría salirse de control.
A pesar de las tensiones y la retórica, tanto los hutíes como el Gobierno de Estados Unidos optaron por mantener cierta moderación hasta el momento. Los hutíes evitan cruzar ciertas líneas que podrían provocar una intervención más directa del Ejército estadounidense, pero lo cierto es que la situación en el Mar Rojo continúa siendo volátil, con implicaciones significativas no sólo para la paz y estabilidad en región sino también para el comercio mundial.
Aljazeera
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