El gobierno alemán está evaluando sus limitadas opciones para participar en una misión internacional que tiene como objetivo proteger el tráfico marítimo en el Mar Rojo frente a los ataques con misiles de los rebeldes hutíes con base en Yemen.
Estas consideraciones surgen después de que Estados Unidos comenzara la Operación Guardián de la Prosperidad el mes pasado, en respuesta a ataques a buques de carga civiles en la crucial ruta comercial. Los hutíes han afirmado que su motivación es expresar solidaridad con Palestina en medio del conflicto entre Israel y Hamas.
Alemania está dispuesta a contribuir a una fuerza de protección naval liderada por la Unión Europea, una opción que está siendo considerada por funcionarios del bloque en Bruselas, según informó Sebastian Fischer, portavoz de la oficina de asuntos exteriores de Alemania, el 3 de diciembre.
Fischer señaló que, en este momento, una misión especializada en el Mar Rojo liderada por la UE parece ser la opción más probable, ya que un estado miembro se opone a ampliar el mandato de la actual misión antipiratería de la UE en la región, la operación Atalanta, que concluye en Yibuti.
Alemania no participa en la Operación Guardián de la Prosperidad liderada por Estados Unidos. Sin embargo, otros países europeos como el Reino Unido, Francia, los Países Bajos, Italia, España y Noruega están involucrados. El gobierno danés también anunció su contribución con una fragata a finales de diciembre, pendiente de la aprobación parlamentaria.
En cuanto a la preferencia del gobierno alemán entre unirse a la iniciativa estadounidense o a un posible esfuerzo de la UE, Sebastian Bruns, investigador naval senior del Instituto de Política de Seguridad de la Universidad de Kiel, señala que no parece haber una preferencia clara. Sin embargo, destaca que existen “implicaciones políticas” asociadas con ambas opciones.
Además, se plantea la cuestión de qué contribución específica podría hacer la Armada alemana, dado que sus barcos están al límite y no hay fuerzas de reserva disponibles. Bruns menciona que el inventario de fragatas incluye ciertos tipos que están “poco armados” para enfrentar amenazas de misiles antibuque, como los que poseen los hutíes. Según el analista, es más probable que la contribución de la Armada alemana se centre en personal del cuartel general para las misiones de protección naval.
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