El Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) ha presentado los resultados de su Encuesta Anual sobre Prioridades Preventivas, revelando un panorama inusualmente preocupante para 2024. Tras dieciséis años de esta encuesta, es la primera vez que la principal inquietud no se centra en amenazas externas a Estados Unidos, sino en posibles actos de terrorismo interno y violencia política, particularmente relacionados con las elecciones presidenciales del país.
La Encuesta Anual, desarrollada por el Centro para la Acción Preventiva del CFR, convocó a expertos en política exterior para evaluar treinta potenciales conflictos con base en su probabilidad e impacto en los intereses estadounidenses. Alarmantemente, tres escenarios se destacan por su alta probabilidad e impacto: tensiones relacionadas con las elecciones en Estados Unidos, escalada entre Israel y Hamás, generando un conflicto regional, y un crecimiento en la migración hacia la frontera suroeste de Estados Unidos debido a crisis en Centroamérica y México.
Paul B. Stares, director de la CPA del CFR, subrayó que “el mayor riesgo proviene del creciente peligro de conflictos armados con Rusia y China”. Las tensiones geopolíticas, especialmente con la guerra en Ucrania desde 2022 y las disputas en regiones como Taiwán y el Mar de China Meridional, intensifican las preocupaciones globales.
El informe detalla ocho escenarios catalogados como amenazas de Nivel I para 2024, desde conflictos internos en Estados Unidos hasta tensiones geopolíticas internacionales. Entre estos, se destacan:
- Polarización Política en Estados Unidos: Las crecientes divisiones políticas en Estados Unidos, intensificadas por las elecciones presidenciales de 2024, están generando un caldo de cultivo para el terrorismo interno y actos de violencia política. Esta polarización amenaza con desestabilizar aún más el tejido social del país, poniendo en jaque la seguridad interna y la cohesión nacional.
- Conflicto Israel-Hamás Escalado: Las tensiones entre Israel y Hamás podrían desencadenar un conflicto regional de mayores proporciones. La posibilidad de que este enfrentamiento se extienda a territorios palestinos adicionales, involucrando a grupos militantes en Líbano y Siria, representa una amenaza inminente para la estabilidad del Medio Oriente, con repercusiones globales.
- Migración hacia la Frontera Suroeste de Estados Unidos: Las crisis de violencia, corrupción y dificultades económicas en América Central y México están impulsando un aumento en la migración hacia la frontera suroeste de Estados Unidos. Este flujo migratorio masivo plantea desafíos humanitarios y de seguridad, exacerbando tensiones internas y desafíos diplomáticos para Washington.
- Tensión en Ucrania y la OTAN: Las operaciones militares intensificadas en Crimea y el Mar Negro, junto con la posible intervención de la OTAN, elevan el riesgo de un conflicto directo entre Ucrania y Rusia. Esta situación podría provocar una escalada a niveles regionales y globales, desafiando la estabilidad en Europa Oriental.
- Presión de China hacia Taiwán: Las crecientes presiones económicas y militares de China hacia Taiwán, particularmente en el contexto de las elecciones presidenciales taiwanesas de 2024, podrían desencadenar una crisis grave en el estrecho, involucrando a Estados Unidos y otros actores regionales en un conflicto potencialmente devastador.
- Enfrentamiento Irán-Israel: El continuo apoyo de Irán a grupos militantes y su desarrollo de armas nucleares plantean el riesgo de un enfrentamiento directo con Israel. Este escenario podría desencadenar una conflagración en el Medio Oriente, con consecuencias impredecibles para la seguridad global y el equilibrio regional.
- Ciberataques a Estados Unidos: La posibilidad de un ciberataque disruptivo contra infraestructuras críticas en Estados Unidos, incluidos los sistemas electorales, representa una amenaza significativa. Tal acción, ya sea por entidades estatales o no estatales, podría desestabilizar la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos, generando caos y desconfianza.
- Crisis en el Noreste de Asia: Las pruebas continuas de armas nucleares y misiles balísticos por parte de Corea del Norte podrían desencadenar una grave crisis de seguridad en el noreste de Asia. Esta situación plantea riesgos considerables para la paz y estabilidad en la región, con potenciales implicaciones para actores globales clave.
“Las opiniones y hallazgos presentados buscan orientar a líderes y ciudadanos sobre las posibles crisis que podrían definir el 2024 y requerir acciones preventivas inmediatas. Es un llamado a la atención sobre la imperiosa necesidad de diplomacia, prevención y cooperación internacional en un año que presenta desafíos sin precedentes”, expresa el informe.
Te puede interesar: Diez conflictos a tener en cuenta en 2024