Un alto funcionario iraní afirmó el martes por la noche que la nación responderá con represalias ante cualquier ataque, declaraciones emitidas horas después de que el presidente Joe Biden anunciara haber tomado una decisión respecto a cómo reaccionar frente al fallecimiento de tres soldados estadounidenses en Jordania, resultado de un ataque con aviones no tripulados ejecutado por militantes respaldados por Irán.
En un comentario crucial antes de su partida de la Casa Blanca para un evento de campaña el lunes, Biden expresó: “No considero que sea necesario un conflicto más extenso en Oriente Medio… Eso no es lo que estoy buscando”.
Contextualizando los hechos relevantes, el domingo tres soldados estadounidenses perdieron la vida y al menos otros 25 resultaron heridos tras un ataque con aviones no tripulados dirigido a la Torre 22, un pequeño puesto militar en el noreste de Jordania, cercano a las fronteras de Irak y Siria. Estados Unidos y sus aliados condenaron de manera enérgica el ataque, siendo atribuido por Biden a “grupos militantes radicales respaldados por Irán operando en Siria e Irak”. Asimismo, el presidente afirmó que Estados Unidos tomaría represalias contra los perpetradores en el momento y de la manera que considere oportuna.
A pesar de ello, Teherán rechazó las acusaciones respecto a su participación, declarando que los grupos de resistencia en la región actúan de manera independiente en sus decisiones y acciones, sin recibir órdenes de Irán. El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní aclaró que no está involucrado en las decisiones de los grupos militantes sobre cómo respaldar a la nación palestina o defenderse ante agresiones y ocupaciones.
En relación con la respuesta estadounidense, citando a un funcionario anónimo, ABC News informó que esta se extenderá a lo largo de varios días e incluirá ataques contra múltiples objetivos. Sin embargo, no se ha esclarecido si algunos de estos objetivos se encuentran en territorio iraní.
En un giro inesperado, el grupo militante Kata’ib Hezbolá, respaldado por Irán, anunció el martes la suspensión de sus operaciones militares contra las fuerzas estadounidenses. Este grupo, operando desde Irak y señalado como responsable del ataque del domingo y otros incidentes contra las fuerzas estadounidenses en la región, justificó esta medida para evitar situaciones incómodas para el gobierno iraquí. La declaración del grupo militante reiteró argumentos similares a los expresados por Teherán, enfatizando que sus acciones de Jihad no obedecen a directrices externas, y a menudo enfrentan objeciones por parte de sectores, incluso en la República Islámica de Irán, que cuestionan la presión y escalada contra las fuerzas de ocupación estadounidenses en Irak y Siria.
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