A lo largo de esta semana salieron a la luz imágenes satelitales de la frontera de Venezuela y Guyana, las cuales muestran que Caracas ha reforzado su presencia militar en el área. El despliegue que está realizando el país de Nicolás Maduro puede observarse gracias a las fotos y videos publicados recientemente por el ejército venezolano en redes sociales.
En consonancia, un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) demuestra que el avance de Venezuela en términos de territorio y militarización ha aumentado, pese a que el país haya prometido buscar una solución bajo la vía diplomática.
Las imágenes muestran una expansión de las operaciones en la base militar de la isla Anacoco de Venezuela, en el río Cuyuni, y que limita con Guyana. La misma cuenta ahora con varias secciones nuevas de selva tropical taladas y otras siendo arrasadas que, comparado con imágenes antiguas, deja pensar que son trabajos recientes. Además, enseñan nuevas infraestructuras y varios vehículos blindados presentes en el lugar, junto con la mejora de las vías de acceso de la pista de aterrizaje de la base.
Asimismo, justo al norte de la base, en el cruce del río Cuyuni el cual proporciona acceso terrestre a la misma, se observa un ferry fluvial, y a un lado de la carretera pueden notarse grandes reservas de lo que parecen ser materiales de construcción. Cabe destacar que la isla es adjudicada a Guyana como parte de un laudo arbitral de 1899, pero confiscada y administrada por Venezuela desde 1966, por lo que surge como otro de los puntos terrestres en disputa.
Los movimientos venezolanos denotan una posible escalada futura de la situación, ya que, como publicó el Ejército venezolano en X, el país se encuentra -entre otras cosas- “mejorando el sistema de respuesta de la FANB en esta importante zona fronteriza con el estado Guayana Esequiba y repeliendo cualquier eventualidad que atente contra la República”. Y es que las tensiones parecían haberse enfriado desde el referéndum de diciembre de 2023.
Durante ese mes, el gobierno de Nicolás Maduro afirmó que Venezuela tenía “el mandato de anexar el disputado territorio del Esequibo administrado por Guyana”. Pero la presión internacional para resolver pacíficamente la crisis fue más que insistente, donde ambos mandatarios (Maduro, de Venezuela, e Irfaan Ali, de Guyana) se reunieron en San Vicente y las Granadinas el 14 de diciembre de 2023 y firmaron la Declaración de Argyle, acordando mutuamente no amenazar con el uso de la fuerza entre sí para evitar incidentes en el terreno que condujeran a tensiones, como también trabajar conjuntamente.
Hoy en día, la situación es muy distinta a la pactada en su momento. El informe del CSIS, por ejemplo, plantea que los movimientos de Venezuela responden a que Maduro “podría estar participando en una estrategia de coerción dirigida a Guyana”, combinando el uso o la amenaza de la fuerza con incentivos diplomáticos para que Guyana cambie su perspectiva. En resumen, que Maduro poco parece estar cumpliendo con su palabra, sino más bien dejando levemente de lado el compromiso de la resolución diplomática a lo que sucede con el Esequibo.
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