El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, tiene previsto realizar una gira por Cuba, Venezuela y Brasil a partir del lunes, lo cual plantea preocupaciones. En la primera parada en Cuba, se reunirá con el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en medio de la especial relación entre ambos países, intensificada desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. La visita se produce en un contexto en el que Cuba enfrenta la demanda de tropas para la guerra en Ucrania, lo que ha llevado a la contratación de mercenarios extranjeros.
La actividad naval rusa en puertos cubanos y la presencia de la base de espionaje china en la isla han destacado la influencia de lo que algunos denominan el “eje del mal” en América Latina. La segunda etapa llevará a Lavrov a Caracas, donde se reunirá con el presidente venezolano Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Esta visita a Venezuela y Cuba se ve como un esfuerzo continuo de Rusia y China por fortalecer su influencia en América Latina, mientras Estados Unidos parece haberse olvidado de la región.
El historial reciente de represión en Venezuela, incluyendo la expulsión de funcionarios de derechos humanos de las Naciones Unidas, la detención de la activista Rocío San Miguel y la prohibición de la candidata opositora María Machado, está generando preocupaciones. Además, la acumulación de tropas en la región de Esequibo de Guyana plantea inquietudes sobre las intenciones de Maduro. Expertos como Elliott Abrams señalan que estas acciones podrían ser parte de un antiguo manual de estrategia para ganar popularidad iniciando una guerra.
Lavrov concluirá su viaje en Brasil, participando en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se alinea con Rusia en busca de un mundo multipolar, según Daniel Batlle del Instituto Hudson. Sin embargo, algunos como Abrams creen que Da Silva no apoyará la democracia en el hemisferio occidental y sugieren que la administración Biden debería discutir el fortalecimiento militar de Venezuela con Brasil para contrarrestar la influencia rusa. Otros, como Di Martino, consideran un error intentar poner a Da Silva en la órbita estadounidense y sugieren que la única forma de cambiar la situación es con un cambio de liderazgo en Brasil.
En conjunto, la gira de Lavrov resalta la importancia de América Latina para los esfuerzos rusos por contrarrestar la influencia estadounidense y promover su visión del mundo. Mientras tanto, tanto expertos como Di Martino resaltan la importancia estratégica de la región para Estados Unidos y la necesidad de promover la libertad y la prosperidad en América Latina.
Te puede interesar: El aumento de la producción de armas por parte de Rusia preocupa a Europa