En una estrategia militar que podría extenderse durante seis u ocho semanas más, Israel planea llevar a cabo una invasión terrestre en Rafah, la ciudad más al sur de Gaza. Esto se produce en el contexto de operaciones militares a gran escala que buscan debilitar significativamente las capacidades de Hamás en la región. Funcionarios israelíes y regionales, que solicitaron el anonimato a Reuters, revelaron que este movimiento allanaría el camino para una fase de ataques aéreos selectivos y operaciones de fuerzas especiales.
La ciudad de Rafah se presenta como el último bastión de control de Hamás, y las autoridades israelíes consideran esencial desmantelar las fuerzas presentes en la zona para alcanzar sus objetivos en el conflicto actual. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, anunció que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) planean operaciones dirigidas contra combatientes, centros de mando y túneles de Hamás en Rafah. Se enfatizó que se tomarían “medidas extraordinarias” para evitar víctimas civiles.
Sin embargo, la comunidad internacional expresa preocupación por el impacto humanitario de un asalto a Rafah, dado el alto número de civiles palestinos atrapados en la ciudad sin vías de escape. Las tensiones diplomáticas se intensificaron la semana pasada, con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtiendo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre las consecuencias humanitarias y la necesidad de un plan seguro para los civiles.
La perspectiva humanitaria y las preocupaciones internacionales
La comunidad internacional, preocupada por el impacto en los civiles palestinos, ha instado a Israel a considerar alternativas antes de llevar a cabo una invasión en Rafah. Más de un millón de personas se encuentran atrapadas en la ciudad, sin opciones de escape, después de huir de los ataques israelíes anteriores en Gaza.
En una serie de llamadas telefónicas, el presidente Biden ha instado a Netanyahu a desarrollar un plan creíble que garantice la seguridad de los civiles antes de cualquier operación militar. Sin embargo, el primer ministro israelí ha dejado claro que considera a Rafah como un objetivo crucial para desmantelar las fuerzas de Hamás y avanzar en sus objetivos en la guerra.
Preparativos y escenarios contemplados por Israel
Se revela que Israel ha desmantelado la mayoría de los batallones regionales en Gaza, pero Rafah permanece como el próximo centro de gravedad de Hamás. El ministro de Defensa, Gallant, subraya que las operaciones en Rafah se dirigirán a combatientes, centros de mando y túneles de Hamás. Se asegura que se toman “medidas extraordinarias” para minimizar las bajas civiles.
A pesar de las promesas de una “victoria completa” y la permitida evacuación de civiles antes de la ofensiva, no se ha proporcionado un plan claro sobre cómo se trasladará a más de un millón de personas dentro de las ruinas del enclave. Los expertos plantean preguntas sobre la viabilidad y seguridad de tales medidas, generando escepticismo internacional.
Escenarios humanitarios y respuestas internacionales
Los líderes mundiales expresan temores de una catástrofe humanitaria en Rafah, y se cuestiona la capacidad de Israel para garantizar la seguridad y bienestar de los civiles en medio de un conflicto prolongado. Biden ha destacado la necesidad de evitar una crisis humanitaria y ha presionado por una solución que salvaguarde la vida de los palestinos.
Por su parte, Egipto ha sellado su frontera con Gaza, aunque se rumorea que se están realizando preparativos para acoger a palestinos en caso de una ofensiva israelí en Rafah. La comunidad internacional observa con escepticismo las acciones de Israel y teme un desplazamiento masivo de civiles sin un plan claro para su seguridad y bienestar.
Perspectivas de futuro y desafíos diplomáticos
A medida que Israel avanza en sus planes para Rafah, las conversaciones diplomáticas enfrentan obstáculos significativos. Hamás, a pesar de las pérdidas, mantiene su resolución de resistir y luchar. Las negociaciones para un alto el fuego y la liberación de rehenes no han mostrado avances significativos, y las tensiones regionales e internacionales persisten.
La posibilidad de un gobierno de posguerra en Gaza depende en gran medida de la aprobación de Hamás, lo que complica aún más las perspectivas de un acuerdo duradero. Israel, por su parte, rechaza cualquier solución que implique un alto el fuego permanente o un Estado palestino, generando preocupaciones sobre el estancamiento del proceso de paz y la creación de un Estado independiente para Palestina.
Un futuro incierto en medio del conflicto
A medida que Israel se prepara para una posible invasión en Rafah, la situación en Gaza se vuelve más compleja. Las consideraciones humanitarias, la respuesta internacional y las perspectivas diplomáticas añaden capas de incertidumbre al conflicto. Mientras tanto, los civiles en Rafah enfrentan una realidad angustiosa, atrapados entre las acciones militares y la incertidumbre sobre su futuro.
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