El expresidente brasileño Jair Messias Bolsonaro ha liderado una manifestación en São Paulo, congregando alrededor de 185,000 seguidores en su primer acto político desde su derrota en 2022 contra Luiz Inácio Lula da Silva. Este evento masivo surge en medio de acusaciones de que Bolsonaro y varios generales ministeriales tramaron un golpe de Estado. En un esfuerzo por contrarrestar lo que considera una persecución judicial, Bolsonaro proclamó su inocencia frente a la multitud y defendió su posición.

La convocatoria, organizada por el pastor evangélico Silas Malafaia, buscaba afianzar el apoyo al líder bolsonarista después de un año de relativo bajo perfil. Bolsonaro, de 68 años, enfrenta ocho casos abiertos en el Tribunal Supremo, aunque está inhabilitado hasta 2030 por abuso de poder. A pesar de su situación, mantiene un significativo respaldo político.

En medio de pancartas, lemas y cánticos, Bolsonaro evitó dirigir consignas contra los jueces del Tribunal Supremo, demostrando cautela ante sus numerosos frentes judiciales. La multitud expresó fervor con cánticos como “Mito, mito, mito”, mientras Bolsonaro, desde lo alto de un autobús, defendía su inocencia y denunciaba las acusaciones de golpe.

Este evento marca el regreso a la escena política del líder ultraderechista desde su ajustada derrota en las elecciones de 2022 y el ataque al Congreso perpetrado por sus seguidores. Aunque no puede postularse en las próximas dos elecciones, Bolsonaro ha retomado la iniciativa temiendo posibles acciones legales en su contra.

En un discurso desde el techo de un autobús, Bolsonaro argumentó que un golpe implica tanques en las calles y armas, negando su participación en tal actividad. Además, desestimó un supuesto borrador de decreto golpista, refiriéndose a él como un intento de golpe de Estado utilizando la Constitución. Bolsonaro también abogó por una amnistía para los bolsonaristas condenados por el asalto a los poderes en 2023.

El cerco judicial se estrecha alrededor de Bolsonaro, con investigaciones que incluyen difusión de noticias falsas, apropiación indebida de joyas y mala gestión de la pandemia. La policía federal acusa al expresidente de organizar un intento golpista, y las pruebas acumuladas complican su situación. Aunque Bolsonaro sigue contando con un fuerte respaldo, la incertidumbre sobre su futuro político está en aumento.

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Redacción
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