Aviones de guerra israelíes realizaron por segundo día consecutivo bombardeos en el Líbano, alcanzando una instalación de Hezbollah en el valle de Bekaa y provocando la muerte de al menos un miembro del grupo respaldado por Irán, según fuentes libanesas.
El ejército israelí indicó que estos ataques responden a los lanzamientos de cohetes realizados por Hezbollah hacia el norte de Israel en el mismo día. La escalada de la violencia ha avivado las preocupaciones sobre un conflicto más amplio entre estas fuerzas fuertemente armadas.
Los objetivos del ejército israelí
El ejército israelí justificó sus ataques dirigidos a lugares en Baalbek, utilizados por Hezbollah para almacenar activos cruciales destinados a fortalecer su arsenal. Otros sitios afectados incluyen el complejo militar en Jiam y una infraestructura terrorista en Bint Jbeil, ambas en el sur del Líbano.
La zona focal es un bastión de Hezbollah, un grupo chiíta, y los actuales conflictos son los más serios desde la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel. Las hostilidades se han intensificado en diversas áreas, especialmente cerca de la frontera. Los ataques aéreos israelíes han cambiado el escenario de los enfrentamientos, centrándose en el valle de Bekaa.
Desde octubre, los ataques de Israel han causado la muerte de más de 200 combatientes de Hezbollah y aproximadamente 50 civiles en el Líbano. Los contraataques libaneses han resultado en bajas de soldados israelíes y civiles, generando desplazamientos masivos en ambos lados de la frontera
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