El reciente informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indica que 2023 fue el año más caluroso de la historia, ascendiendo la temperatura media global a 1,45° C y quedando cerca del límite inferior de la temperatura de 1.5° C, consagrada en el Acuerdo de París, en vigor desde 2016. Pero hay otros indicadores que ponen al mundo en “alerta roja” por el avance del cambio climático, como advierte la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
Récord de temperatura
La temperatura global asciende año a año, el decenio 2014-2023 fue el más cálido de toda la historia, 1.2° C por encima del promedio de la era preindustrial. Durante 2023, julio fue el mes más caluroso de la historia y se registraron temperaturas inusuales que superaron el promedio de 1991-2020, por ejemplo, al norte de Canadá, sur de Estados Unidos, México, América Central, América del Sur, norte de África y la Península Arábiga.
Aumento de los Gases de Efecto Invernadero (GEI)
Las emisiones de GEI son la causa principal del calentamiento global. El reporte de la OMM indica que en 2022, la concentración de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, de mayor impacto en la atmósfera producto de la acción humana, aumentaron en un 150%, 264% y 124% respectivamente desde los niveles preindustriales (1750). Además, conforme a datos obtenidos en tiempo real en diferentes puntos geográficos, determinaron que los GEI mencionados continuaron en aumento en 2023.
Aumento del nivel del mar
El océano absorbe el calor de la atmósfera y el dióxido de carbono, ello produce un aumento de la temperatura del agua que en 2023 alcanzó un récord no registrado en 65 años de observación. Sumando a ello, se registró un rápido ascenso en el nivel del mar, en parte, a causa del fenómeno El Niño y, en comparación al inicio del registro satelital, aumentó el doble, entre 1993 -2002 aumentó de 2,13 milímetros por año, mientras que entre 2014-2023 se incrementó 4,77 milímetros por año.
La criosfera en peligro
El avance del calentamiento global tiene efectos negativos en las partes congeladas del planeta. Los datos obtenidos dan cuenta de la disminución del manto de nieve en el hemisferio norte, las más bajas registradas desde la primavera y el verano de 1967. Por su parte, el deshielo de los glaciares dejó la masa de balance anual en números negativos, en especial, para los glaciares de América del Norte y Europa. Por su parte, el hielo marino del Ártico se mantuvo por debajo de lo normal en 2023, en septiembre se registró 1 millón de km2 por debajo del mínimo anterior, superficie récord alcanzada en 1986.
Impacto socioeconómico
Al mismo tiempo que ocurren los fenómenos climáticos extremos como olas de calor, sequías, inundaciones, huracanes, incendios forestales, las consecuencias sobre la población vulnerable atentan contra la seguridad alimentaria, la estabilidad económica, y exacerban los conflictos internos, la violencia y los desplazados climáticos. Como un ejemplo de ello, el reporte menciona que en Afganistán, entre mayo y octubre de 2023, alrededor de 15 millones de personas quedaron expuestas a una inseguridad alimentaria aguda y grave a causa de una mala temporada de cosechas por las constantes precipitaciones.
¿Qué esperar ante estos indicadores?
Desde el Sistema de Naciones Unidas y como parte del Día Meteorológico Mundial, fecha para conmemorar la entrada en vigor del Convenio por el que se creó la OMM en 1950, se hace referencia a la necesidad de reproducir las acciones por el clima alineadas con el desarrollo sostenible. No obstante, es información relevante para los propios Estados que deben impulsar y cumplir los compromisos climáticos, en dónde, la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Azerbaiyán será una oportunidad para ajustar los objetivos y revertir los indicadores, o en otras palabras, “las alarmas que suenan a todo volumen”.
Te puede interesar: Crisis climática y humanitaria, ¿por qué Sudán del Sur debería importarnos?