Estados Unidos enfrenta obstáculos significativos debido a una serie de regulaciones estatales confusas que desalientan a los desarrolladores e inversionistas para la producción de litio en el país. Asimismo, dificultan los esfuerzos para romper con el control de China sobre este sector de minerales estratégicos.
En Estados como Texas y Luisiana – ricos en minerales – la situación sobre la propiedad de las vastas reservas de litio bajo tierra no está clara. Esto dificulta cuestiones claves como la valoración del metal, la elaboración de regulaciones y la determinación de quién debería pagar por su procesamiento.
Además, a estas ambigüedades legales, se le suman los desafíos técnicos y la caída de los precios de las materias primas. Frustrando así los planes de Estados Unidos de aumentar su propia producción de litio para reducir la dependencia de los suministros extranjeros e impulsar al país como productor mundial de este mineral.
Y aunque los funcionarios federales en Washington tienen poder regulatorio sobre la extracción y reinyección de agua en todo el país, los Estados tienen autonomía para gobernar otras partes del proceso, lo que complica aún más la situación. Esto deja los objetivos de la administración Biden en deuda con el ritmo al que los funcionarios locales actualizan los estatutos sobre minerales críticos como el litio.
En este contexto, expertos señalan que si Estados Unidos no aumenta su propia producción de litio, los fabricantes del país podrían depender cada vez más de China y otras naciones extranjeras para el suministro en los próximos años. Estiman que la demanda mundial de litio superará la oferta en 500.000 toneladas métricas anuales para 2030.
Se espera que en algún momento comiencen a establecerse regulaciones en varios Estados, ya que la incertidumbre actual genera preocupación entre los inversionistas y desarrolladores. Lo que podría frenar el progreso y la inversión en el sector del litio en Estados Unidos.
Complejidades y riesgos regulatorios
En Oklahoma – donde se encuentran varios depósitos de salmuera de litio – la Comisión de Corporaciones de Oklahoma, encargada de supervisar el desarrollo de petróleo y gas, afirmó que carece de jurisdicción sobre la producción de litio y las regalías asociadas. En cambio, remitió los comentarios y preocupaciones de Reuters al Departamento de Minas del Estado, el cual también declaró que no supervisa el litio.
Durante el año pasado, la legislatura estatal de Utah aprobó un proyecto de ley destinado a proteger los niveles de agua en el Gran Lago Salado, conocido por sus ricos depósitos de litio. Esta medida llevó a que Compass Minerals abandonara sus planes de producir litio en el lago, citando los crecientes riesgos regulatorios como motivo para disolver su equipo dedicado al proyecto.
En Luisiana, la falta de directrices estatales está generando preocupación entre los expertos legales, quienes temen que los productores puedan invadir tierras vecinas al reinyectar salmuera después del proceso de extracción de litio. Este paso es crucial para preservar los niveles freáticos subterráneos, y se prevé que pueda generar disputas legales sobre la propiedad y los derechos de extracción.
Desde el Departamento de Energía y Recursos Naturales de Luisiana informaron al medio Reuters que actualmente no cuenta con estatutos específicos relacionados con el litio. Esto agregaría mayor incertidumbre sobre el panorama legal y regulatorio en este Estado.
Por otra parte, en Arkansas, varios actores – incluyendo a Tetra, Exxon, Albemarle y Standard Lithium – tienen planes de producir litio en los próximos años. Desde 2018 las autoridades estatales vienen discutiendo una estructura de regalías para compensar a los propietarios de tierras, pero aún no se determinó cómo se valorará el litio para estos fines.
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Fuente: Reuters