Este domingo, un ataque aéreo israelí alcanzó un campamento de tiendas de campaña en el patio de un hospital en Gaza, dejando dos palestinos fallecidos y otros 15 heridos, aproximadamente. Entre el total de víctimas, se encontraban periodistas que trabajaban en las inmediaciones, un día después de que un observador australiano de la ONU y un intérprete libanés resultaran heridos en un patrullaje en la frontera sur del Líbano.
Según la filmación de un reportero de Associated Press, el ataque y sus consecuencias ocurrió en el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en Deir al-Balah, donde miles de personas se han refugiado tras huir de sus hogares por la guerra latente en la región. Según el ejército israelí, el funcionamiento del hospital “no se había visto afectado” y afirmaron que el objetivo fue un centro de mando del grupo militante Yihad Islámica.
Cabe destacar que la búsqueda de refugio en hospitales se ha convertido en un factor común en la Franja de Gaza, considerando que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó hace casi seis meses la entrada de tropas en el área. Situación similar ocurre en el hospital de Shifa, el mayor de Gaza, donde tropas israelíes llevan casi dos semanas asaltándolo y librando “duros combates con militantes en el recinto médico y sus alrededores”.
Pero la situación con los hospitales en Gaza ha ido empeorando, considerando que sólo un tercio de los mismos funcionan siquiera parcialmente. Los médicos afirman que a menudo se ven obligados a tratar a los pacientes en las plantas de los hospitales y a operar sin anestesia ni otros suministros médicos esenciales. En consonancia, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que unos 9.000 pacientes necesitan ser evacuados urgentemente a otros países para recibir atención médica vital.
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