Después de la invasión rusa a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, Emmanuel Macron intentó abordar el conflicto diplomáticamente. Durante el primer verano de la guerra, sugirió que era importante evitar la humillación de Moscú y abogó por establecer un orden de seguridad europeo que incluyera a Rusia.
Sin embargo, desde el año pasado, Macron ha cambiado significativamente hacia una política exterior más dura. Durante una conferencia en París el mes pasado, planteó la posibilidad de desplegar tropas occidentales para enfrentarse a Rusia en Ucrania, una propuesta que provocó la ira del presidente ruso Vladimir Putin y fue rechazada por los principales partidarios de Ucrania.
¿A qué se debe este brusco cambio de postura?
Este cambio de postura de Macron se debe en parte a la difícil situación que enfrenta Ucrania en el campo de batalla y al retraso en el apoyo militar de Estados Unidos. Aunque el objetivo principal de Ucrania es resistir en la guerra, se enfrenta a desafíos significativos, incluida la falta de personal y municiones.
Hay preocupaciones de que estas condiciones alienten a Moscú a actuar con más confianza no solo en Ucrania, sino también en otras regiones como Moldavia, el Cáucaso Meridional y el Sahel. Además, Francia está cada vez más preocupada por la guerra híbrida de Rusia, que aparentemente se ha intensificado contra Francia y otros miembros de la Unión Europea.
Macron también busca avanzar en su visión de la autonomía estratégica de Europa respecto a Washington y demostrar la capacidad de Europa para apoyar a Kiev sin depender de Estados Unidos, especialmente ante la posibilidad de un segundo mandato de Donald Trump.
El cambio de postura de Macron ha sido bien recibido por algunos países europeos, especialmente los países bálticos y aquellos en Europa central y oriental, que han expresado su apoyo a Ucrania y han recibido con agrado el endurecimiento de la postura francesa.
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