Las relaciones diplomáticas entre Ecuador y México se han visto completamente comprometidas y literalmente en quiebra, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) así lo anunciara este sábado por la mañana. El motivo de esta decisión recae sobre el accionar de la policía de Ecuador el viernes por la noche, cuando irrumpieron en la embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, quien tenía asilo político mexicano.
Cabe destacar que, días antes, el presidente López Obrador tensó la bilateralidad luego de realizar comentarios sobre las elecciones en las que Noboa, actual presidente de Ecuador, fue elegido mayoritariamente. Según AMLO, el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villavicencio, “influyó en las tendencias de voto” de las elecciones de octubre, donde Noboa ganó. Ecuador no solo consideró “muy desafortunadas” las declaraciones de AMLO sino que también declaró persona non grata a la embajadora de México, Raquel Serur.
Con respecto a los hechos ocurridos el viernes por la noche, la presidencia de Ecuador confirmó esta información a través de un comunicado en redes sociales, asegurando que Jorge Glas Espinel “condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes”. Asimismo, afirmaron que Ecuador es un país soberano que no va a permitir “que ningún delincuente quede en impunidad”.
El comunicado ecuatoriano fue directo contra el accionar mexicano, afirmando que “toda Embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países. Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Jorge Flas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
Pero la irrupción de la policía ecuatoriana en la sede diplomática de México fue considerada como un punto de quiebre para el gobierno de AMLO, quien ya consideraba tensas de por sí sus relaciones con Ecuador. La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, afirmó que Glas buscaba protección ante “persecución política”, pero que el accionar policial se constituye como una “violación flagrante al derecho internacional” y atentó contra la soberanía mexicana.
El hecho sin precedentes dejó lugar a que el presidente mexicano ordenara, inicialmente, la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador y, finalmente, el rompimiento del vínculo bilateral con el país de Daniel Noboa. La decisión fue comunicada por Bárcena, debido a que se produjeron “infracciones al principio de inviolabilidad de los locales y del personal diplomático mexicano establecido en Ecuador”, siendo contrarias a las normas principales para la convivencia internacional.
El accionar de México fue respaldado por los homólogos de AMLO, el colombiano Gustavo Petro y el boliviano Evo Morales. Petro destacó que “se ha roto la convención de Viena y la soberanía de México en Ecuador. Colombia respeta el derecho universal al asilo político”. Por su parte, Morales escribió X que lo que hizo el gobierno ecuatoriano es muy grave, “violando la soberanía territorial de México y el derecho internacional. Demandamos que el gobierno de Bolivia suspenda las relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador por esta afrenta a México, al derecho de asilo y a la integración latinoamericana. Nuestra plena solidaridad con el compañero Jorge Glas”.
Por su parte, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado para “recordar” que “las naciones de las Américas han reafirmado en la Carta de la OEA que el derecho internacional es norma de conducta de los Estados en sus relaciones recíprocas”, afirmando la necesidad de cumplir estrictamente “las normas que regulan la protección, el respeto y la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas y de las oficinas consulares”, como un leve guiño al accionar de Ecuador.
Asimismo, el comunicado añade que todos los Estados tienen la obligación de “no invocar normas de derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”, manifestando también solidaridad a las “víctimas de las acciones improcedentes que afectaron a la Embajada de México en Ecuador”. La OEA llamó al diálogo entre las partes para resolver sus diferencias y convocó a una reunión al Consejo Permanente para abordar el tema.
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En 10 dias, dos Estados violando dos embajadas. Precedente muy grave.