Un día después de haber dejado Deir ez-Zur hacia la frontera siria, el 26 de marzo, un ataque aéreo israelí contra objetivos iraníes en la provincia resultó en la muerte de dieciséis miembros de la Guardia Revolucionaria. Este ataque fue parte de una serie de bombardeos israelíes en Siria, anteriormente conocida como la “guerra entre guerras” en Israel, aunque ahora esa denominación ha perdido relevancia desde el 7 de octubre, ya que no estamos “entre guerras”.
El conflicto en Gaza y los intentos de milicias apoyadas por Irán de atacar a Israel desde el Líbano y Siria han provocado una escalada en los bombardeos por parte de Israel contra estas fuerzas. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha expresado una postura particularmente firme contra los esfuerzos de Irán por expandir su área de influencia en Siria, buscando un corredor continuo desde Irak hasta el Líbano, hasta las fronteras con Israel. Jerusalén está comprometida en interrumpir y frustrar este objetivo.
El 1 de abril, la campaña israelí contra Irán en Siria tomó un giro más radical con el asesinato del general de brigada de las Fuerzas Quds, Mohammed Reza Zahedi, junto con otros dos generales y nueve miembros adicionales. Este fue un golpe severo a la capacidad de guerra indirecta de Irán desde el asesinato del ex comandante de las Fuerzas Quds, Qasem Soleimani, por parte de Estados Unidos en enero de 2020. Zahedi era el comandante de las fuerzas proxy de Irán en Siria y el Líbano. El ataque ocurrió poco después de la llegada de Zahedi a Damasco, lo que indica un alto nivel de inteligencia israelí en la capital siria.
¿Puede la Argentina ser un objetivo de la venganza a Israel?
Como era de esperar, Irán ha prometido venganza por estos ataques. Líderes iraníes han hecho declaraciones en este sentido, dejando claro que planean responder de manera contundente. Teherán tiene varias opciones para retaliar, desde ataques a instalaciones israelíes en el extranjero hasta ataques directos a suelo israelí. Sin embargo, la decisión de Irán será cuidadosamente considerada, ya que una respuesta inadecuada podría ser interpretada como una señal de debilidad.
Teherán tiene esencialmente cuatro opciones amplias. Podría atacar una instalación israelí o judía en el extranjero utilizando fuerzas estatales iraníes (opción uno) o representantes (opción dos). En 1992, agentes del IRGC y de Hezbollah libanés atacaron la embajada de Israel en Buenos Aires. En 1994, ochenta y cinco personas fueron asesinadas en el centro comunitario judío Amia en Buenos Aires, en un atentado con coche bomba organizado una vez más por la Guardia Revolucionaria y Hezbolá. Desde entonces, Irán ha intentado en numerosas ocasiones ataques contra instalaciones y personal diplomático israelí, en la India en 2012 y 2021, en Georgia en 2012, en Azerbaiyán en 2023, sin éxito notable.
Aún así, Irán suele preferir ataques a través de representantes en lugar de acciones directas, ya que esto les permite mantener una cierta distancia y negar su participación directa en los ataques. Además, son conscientes de que un conflicto abierto con Israel podría involucrar a Estados Unidos, lo que complica aún más la situación.
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