Aprovechando el agotamiento del arsenal ucraniano y las favorables condiciones climáticas, Rusia está intensificando su feroz ofensiva en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, con la intención de conquistar nuevos territorios antes del verano.
Según el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Syrskyi, el mapa de la guerra en esta región “se ha deteriorado significativamente” en los últimos días. Las fuerzas rusas han logrado avances importantes, tomando el control total de la localidad de Pervomaiske y avanzando hacia la estratégica ciudad de Chasiv Yar.
Este avance se produce gracias a que las lluvias primaverales que suelen convertir los campos ucranianos en un cenagal aún no han llegado, permitiendo la rápida movilidad de los blindados rusos. Además, el presidente Volodymyr Zelenskyy reconoció que Ucrania solo cuenta con el 25% de la munición de artillería necesaria para frenar el empuje enemigo.
La escasez de defensas antiaéreas también es preocupante, con misiles y aviones rusos atacando cada vez con más frecuencia sin temor a ser derribados. “Si no hay apoyo estadounidense, significa que no tenemos defensa aérea, ni misiles Patriot, ni inhibidores para la guerra electrónica”, advirtió Zelenskyy.
Según analistas, Rusia tiene como objetivo prioritario tomar Chasiv Yar antes del 9 de mayo, fecha en que conmemora su victoria sobre la Alemania nazi. Desde allí, lanzaría una gran ofensiva veraniega para intentar apoderarse de Kramatorsk, lo que supondría de hecho la pérdida de la provincia de Donetsk por parte de Ucrania.
Sin embargo, las fuerzas ucranianas siguen resistiendo heroicamente, utilizando principalmente sus cada vez más escasos drones FPV para contener el avance ruso. Pero el comandante Pavlo Kurylenko reconoció que “la situación con los proyectiles y el material es simplemente horrible”, dejando en evidencia la urgente necesidad de ayuda militar occidental.
Zelenskyy ha advertido repetidamente que sin un apoyo decisivo de Estados Unidos y sus aliados, Ucrania se verá obligada a “retroceder, retirarse, paso a paso” ante la superioridad rusa en armamento. La aprobación de nuevos paquetes de asistencia militar sigue bloqueada en el Congreso estadounidense, a pesar de la creciente presión sobre Moscú.
Ante este escenario, los expertos advierten que la próxima gran ofensiva rusa podría ser devastadora para Ucrania si no recibe un flujo constante y suficiente de armas, municiones y sistemas de defensa avanzados por parte de Occidente. La batalla por Donetsk se perfila como decisiva en el curso de esta guerra.
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