Rusia confirmó el lunes que llevará a cabo ejercicios militares para practicar el posible uso de armas nucleares tácticas en el campo de batalla. Esta provocadora acción responde a recientes advertencias occidentales sobre una posible implicación más directa en la guerra de Ucrania, según afirmaron funcionarios rusos.
El anuncio, calificado por la OTAN como “irresponsable”, representa la advertencia más explícita de Rusia en sus más de dos años de conflicto con Ucrania sobre su disposición a utilizar este tipo de armamento nuclear de alcance limitado, diseñado para su uso en el terreno de combate.
“Llevar a cabo misiones de combate”
Según informó el Ministerio de Defensa ruso, el propio presidente Vladímir Putin ordenó al personal de misiles, aviación y naval “aumentar la preparación de las fuerzas nucleares no estratégicas para llevar a cabo misiones de combate”. Los ejercicios, que se llevarían a cabo “en un futuro próximo”, contarían con la participación de tropas del Distrito Militar Sur, una zona que abarca los territorios rusos en Ucrania y áreas fronterizas rusas.
Esta decisión de Moscú coincide con una semana cargada de simbología para Putin, con su toma de posesión prevista para el martes y la conmemoración del Día de la Victoria el jueves, que celebra el triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial. Además, se produce en paralelo a la visita a Europa del presidente chino Xi Jinping, quien ha prometido una alianza “sin límites” con Rusia y cuyo país ha prestado apoyo a la industria militar rusa, según funcionarios estadounidenses.
La respuesta de Estados Unidos
Desde la Casa Blanca, el portavoz de seguridad nacional John F. Kirby condenó la orden de Putin como “simplemente imprudente e irresponsable”, en referencia al potencial uso de armas nucleares por parte del líder de una potencia nuclear.
Históricamente, los funcionarios occidentales han expresado su preocupación por la posibilidad de que Rusia despliegue armas nucleares tácticas, especialmente si sufre reveses significativos en el campo de batalla ucraniano. Sin embargo, Putin negó en marzo haber considerado alguna vez esa opción, aunque periódicamente recuerda al mundo el vasto arsenal nuclear de Rusia como forma de disuadir el apoyo militar occidental a Ucrania.
Rusia se siente amenazada por Occidente
No obstante, el Kremlin justificó los simulacros nucleares como una respuesta a las “declaraciones provocadoras y amenazas de funcionarios occidentales individuales contra la Federación Rusa”. En particular, citó una reciente entrevista con el presidente francés Emmanuel Macron, quien no descartó el envío de tropas terrestres a Ucrania, y un comentario del diplomático británico David Cameron, quien afirmó que Ucrania podría utilizar armas británicas para atacar dentro de Rusia.
“Se trata de una nueva escalada de tensión sin precedentes”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, agregando que la situación “requiere una atención especial y medidas especiales”. En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso convocó al embajador británico para presentar una “enérgica protesta” por los dichos de Cameron.
La situación en el campo de batalla y en la diplomacia de la OTAN
Pese a los avances rusos en el campo de batalla tras la fallida contraofensiva ucraniana del año pasado, Moscú enfrenta la perspectiva de nuevas entregas de armas occidentales, como el paquete de ayuda militar de 61.000 millones de dólares aprobado por Estados Unidos el mes pasado.
Más allá de disuadir una mayor participación occidental en el conflicto, el Kremlin busca explotar las divisiones dentro de la OTAN sobre los riesgos de una implicación más directa. Esta fractura quedó en evidencia en febrero, cuando Macron mencionó la posibilidad de enviar tropas occidentales a Ucrania, una propuesta que Moscú advirtió provocaría un enfrentamiento directo con sus fuerzas.
Desde la OTAN, la portavoz Farah Dakhlallah condenó la “retórica nuclear de Rusia” como “peligrosa e irresponsable”, reafirmando el derecho de Ucrania a la autodefensa y el apoyo continuado de la alianza.
Escalar para desescalar
Mientras tanto, expertos como Pavel Podvig, estudioso de las fuerzas nucleares rusas, señalan que este tipo de ejercicios ya se han realizado anteriormente, aunque rara vez se han hecho públicos. En esta ocasión, el objetivo sería enviar un mensaje contundente a Occidente sobre la capacidad nuclear de Rusia.
Aunque dudan de la eficacia militar de utilizar armas nucleares tácticas en el contexto de la guerra en Ucrania, los analistas coinciden en que su principal propósito sería causar una impresión en el oponente y actuar como factor disuasorio.
En medio de esta escalada de tensiones, los gobiernos occidentales confían en que China, el principal socio internacional de Rusia, pueda evitar el uso de armas nucleares por parte de Moscú. En su visita a París, Xi Jinping recibió elogios de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por su papel en la “reducción de las irresponsables amenazas nucleares de Rusia”, instándolo a continuar en ese sentido.
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*Imágenes ilustrativas