Las recientes declaraciones del teniente coronel Tosh Lancaster confirmaron que Estados Unidos se encuentra presionando a las industrias armamentísticas en pos de conseguir más potencia de fuego en ciertos equipos. Lo expresado por el militar, que ejerce como Program Manager dentro del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, surgió en el marco de la Special Operations Force Week, la conferencia anual patrocinada conjuntamente por el USSOCOM y la Global SOF Foundation.
Lancaster habló de dos principales proyectos: el pedido a la industria de un cohete más ligero que se dispare desde el hombre y un rifle de francotirador de largo alcance; asimismo, se añadió el pedido de drones armados (terrestres y aéreos).
Los objetivos a corto plazo para el Comando de Operaciones Especiales
Según el funcionario, el Comando de Operaciones Especiales norteamericano tiene previsto publicar una solicitud de información sobre un Javelin ligero a finales del año fiscal 2024 o principios del 2025. El objetivo sería proporcionar a pequeños equipos de operadores especiales las capacidades del actual Javelin, fabricado hoy por Lockheed Martin.
El Javelin, que se encuentra en funcionamiento desde 1990, es un misil antitanque portátil de calibre 127 mm que puede alcanzar objetivos a una distancia de entre 65 y 4.000 metros, dependiendo de las condiciones operativas. Según lo declarado recientemente por los contratistas Lockheed Martin y RTX, el programa de modernización del Javelin aligerará la unidad de mando del sistema y mejorará el misil en sí mismo.
Asimismo, Lancaster habló de que los operadores también buscan un rifle de francotirador de largo alcance de 2.500 metros o más, proyecto anunciado por primera vez en diciembre del año pasado. El objetivo es sustituir los actuales fusiles M107 y Mk15, que cuentan con un alcance efectivo de 2.000 y 1.800 metros, respectivamente. Se espera que el nuevo producto sea del mismo calibre (.50) o también que mute a un proyectil diferente.
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