En un momento decisivo de la guerra en Ucrania, donde las fuerzas rusas han intensificado su ofensiva en la región estratégica de Kharkiv, los líderes de Rusia y China, Vladímir Putin y Xi Jinping, respectivamente, se reunieron en Pekín para reafirmar los lazos entre ambas naciones y consolidar su desafío al orden democrático liderado por Occidente. Esta visita de Estado de dos días del mandatario ruso pone de manifiesto la estrecha asociación “sin límites” entre los dos aliados, forjada en 2022, justo antes de que Moscú lanzara su invasión a gran escala a Ucrania.
En el encuentro, Putin agradeció a Xi por sus esfuerzos en intentar resolver el conflicto en Ucrania, al tiempo que ambos líderes subrayaron la importancia de su alianza estratégica integral, sellada en un momento en que enfrentan crecientes tensiones con los países occidentales. Las declaraciones públicas de Putin y Xi reflejaron su determinación de no dar la espalda a su asociación en el corto plazo, desafiando las presiones externas.
“Ambas partes quieren demostrar que, a pesar de lo que está ocurriendo a nivel mundial, a pesar de la presión a la que ambas partes se enfrentan por parte de Estados Unidos, ambas partes no están dispuestas a darse la espalda a corto plazo”, señaló Hoo Tiang Boon, profesor que estudia la política exterior china en la Universidad Tecnológica Nanyang de Singapur.
Objetivo: lograr la paz
Si bien ambos líderes expresaron su deseo de lograr la paz en Ucrania, no ofrecieron nuevos detalles concretos en sus declaraciones públicas. China, que afirma mantener una posición neutral en el conflicto, ha respaldado los argumentos de Moscú de que Rusia fue provocada por Occidente para atacar Ucrania, y continúa suministrando componentes clave que el Kremlin necesita para su producción de armas, desafiando las sanciones impuestas por los países occidentales.
En este sentido, Xi afirmó: “China espera que Europa recupere pronto la paz y la estabilidad, y seguirá desempeñando un papel constructivo en este sentido”. Sus palabras son un eco del amplio plan de paz propuesto por China en 2023, que fue rechazado tanto por Ucrania como por Occidente por no exigir a Rusia que abandonara las partes ocupadas del territorio ucraniano.
Mientras tanto, Putin aseguró que informaría detalladamente a Xi sobre “la situación en Ucrania” y expresó su aprecio por la iniciativa china de intentar regular el conflicto. Ambos líderes planean entablar nuevas conversaciones sobre política exterior en una reunión informal posterior, profundizando su coordinación en este frente.
La asociación China y Rusia
La reunión de Putin y Xi se produjo en un momento en el que Rusia se ha vuelto cada vez más dependiente económicamente de China debido a las sanciones occidentales impuestas por la invasión a Ucrania. El aumento del comercio entre ambos países, que ascendió a 240.000 millones de dólares el año pasado, ha ayudado al Kremlin a mitigar algunas de las peores consecuencias de las medidas punitivas, al tiempo que Moscú ha desviado la mayor parte de sus exportaciones de energía hacia el gigante asiático.
Además, Rusia confía cada vez más en las empresas chinas para la importación de componentes de alta tecnología destinados a las industrias militares rusas, con el fin de eludir las sanciones occidentales y mantener en funcionamiento su maquinaria bélica. Según evaluaciones de Estados Unidos, Rusia obtendrá de China alrededor del 90% de toda la microelectrónica y cerca del 70% de las máquinas herramienta en 2023, elementos clave para la fabricación de misiles, tanques, aviones y otras armas.
En el ámbito militar, Rusia y China han estrechado aún más sus lazos durante la guerra en Ucrania. En los últimos años, han llevado a cabo una serie de ejercicios conjuntos, incluyendo maniobras navales y patrullas de bombarderos de largo alcance en los mares regionales. Las fuerzas terrestres de ambos países también se han desplegado en el territorio del otro para realizar ejercicios conjuntos.
Putin ha reconocido que Rusia ha estado compartiendo tecnologías militares altamente sensibles con China, lo que ha reforzado significativamente su capacidad de defensa. Esto incluye un sistema de alerta temprana para detectar lanzamientos de misiles balísticos, un sistema que anteriormente solo poseían Rusia y Estados Unidos. El mandatario ruso sugirió incluso ampliar la cooperación en materia de satélites militares y otras tecnologías de defensa.
En vísperas de la visita a Pekín, Putin declaró que el Kremlin está “abierto al diálogo sobre Ucrania”, pero que las negociaciones deben tener en cuenta los intereses de todas las partes involucradas, incluyendo los de Rusia. Asimismo, elogió la propuesta china de 2023, afirmando que podría “sentar las bases de un proceso político y diplomático que tenga en cuenta las preocupaciones de Rusia en materia de seguridad y contribuya a lograr una paz duradera y sostenible”.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dejado en claro que cualquier negociación debe incluir el restablecimiento de la integridad territorial de Ucrania, la retirada de las tropas rusas, la liberación de todos los prisioneros, un tribunal para los responsables de la agresión y garantías de seguridad para su país.
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No mezclen las cosas, no es en clave antioccidental, puesto que hay muchos paises occidentales, especialmente en América latina y África que simpatizan más con Rusia y China.
Será un problema para el occidente anglosajón y atlantista pero no para nosotros los hispanoamericanos.