Mientras la OTAN celebra su 75º aniversario el 4 de abril, reafirma su compromiso con un Ártico pacífico y próspero. Desde su creación, el Ártico ha sido fundamental en la trayectoria de la OTAN, representando un punto de gran importancia geopolítica y estratégica que ha influido en su evolución.

Fundada en 1949 como respuesta a la amenaza soviética, la OTAN incluía a países árticos como Canadá, Noruega, Dinamarca (Groenlandia), Islandia y Estados Unidos, que comprendían la relevancia estratégica del Ártico tanto en términos militares como comerciales. Esta inclusión estableció la importancia del Ártico para la seguridad de la OTAN desde el principio.

La OTAN en el Ártico: el flanco sobrevenido - Real Instituto Elcano
La geografía del Ártico, con sus duras aguas heladas y vastas extensiones, ha influido en las estrategias de la OTAN. Durante la Segunda Guerra Mundial, el control del clima en el Ártico fue crucial, y la proximidad a Rusia destaca la región como un posible punto de conflicto geopolítico.

Durante la Guerra Fría, el Ártico se convirtió en una zona clave en la confrontación entre la OTAN y la Unión Soviética. La brecha GIUK (Groenlandia, Islandia y Reino Unido) fue estratégica para la inteligencia y el posicionamiento militar. El aumento de la actividad soviética llevó a la OTAN a fortalecer su presencia defensiva en la región, con sistemas de alerta temprana, bases militares y esfuerzos de vigilancia para disuadir a la Unión Soviética y proteger sus intereses en el Ártico.

Situación de la OTAN en el Ártico tras la Guerra Fría

Tras el fin de la Guerra Fría, el Ártico vio una era de cooperación entre los estados árticos. La OTAN adaptó su enfoque, promoviendo la cooperación con socios regionales como Finlandia y Suecia, y adoptó la filosofía noruega de “Alto Norte, Baja Tensión”. Esta cooperación llevó a la creación de la Estrategia de Protección Ambiental del Ártico y del Consejo Ártico, enfocándose en la protección ambiental y la preparación para emergencias. La OTAN también participó en ejercicios conjuntos y cooperación diplomática con miembros no pertenecientes a la OTAN.

En los últimos años, el Ártico ha vuelto a ser un foco de competencia geopolítica y desafíos de seguridad debido al cambio climático, la apertura de nuevas rutas marítimas y el acceso a recursos naturales. Las acciones asertivas de Rusia han incrementado las preocupaciones sobre la estabilidad en la región. La OTAN ha reafirmado su compromiso con la defensa del Ártico, adaptándose a los cambios con una nueva estrategia que incluye mejorar las capacidades de vigilancia, la interoperabilidad entre los estados miembros y fortalecer las alianzas con naciones árticas y organizaciones multilaterales.

La importancia del Ártico para la OTAN sigue siendo crucial, y la reciente inclusión de Finlandia y Suecia eleva a siete el número de estados árticos en la alianza, con Rusia como el único estado periférico. La OTAN permanece comprometida con la seguridad y la estabilidad del Ártico, asegurando un futuro pacífico y próspero para la región.

Te puede interesar: La vigilancia con drones de la OTAN aumenta en medio del creciente búsqueda de información relevante

Fuente: Wilson Center

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario