A pesar del aumento en el presupuesto de defensa, la Real Armada de Reino Unido se encuentra enfrentado uno de los desafíos más importante en lo que va de la década. En ese sentido, a lo largo de los años a fuerza naval se le ha dificultado el mantenimiento de sus dos portaaviones, el HMS Queen Elizabeth y el HMS Prince of Wales, por cuestiones financieras y de la falta de buques de apoyo. Algunos expertos afirman que Reino Unido ahora debería concentrarse en submarinos y buques anfibios para hacer frente a las amenazas regionales modernas.
Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, sumado al conflicto en el Atlántico Sur de Malvinas, la Real Armada británica se ha visto en vuelta en un declive por falta de fondos, liderazgo político, y perdida de su imperio de ultramar, señalan diversos expertos. En ese contexto, la ambición por mantener a flota la prestigiosa fuerza naval llevó a adelante proyectos como la construcción de los avanzados portaaviones HMS Queen Elizabeth y HMS Prince of Wales.
Construidos con un coste de USD 8.000 millones, los analistas señalan que el gobierno británico carece de presupuesto para mantenerlos, y que ya en ese entonces no había fondos suficientes para los aviones y buques de apoyo necesarios. Además, los planes para mejorar estos portaaviones para operaciones anfibias no se han materializado.
Pero esto se ha agravado con los recientes problemas del HMS Queen Elizabeth, entre ellos un incendio y problemas de motor, reflejan la extralimitación de la Royal Navy.
Los límites económicos de Reino Unido impiden apoyar plenamente los proyectos navales que buscan sostener la flota, a la vez que los gastos destinados a los portaaviones afectan otros programas navales críticos.
Para algunos, la construcción de estos portaaviones se considera un proyecto de vanidad poco práctico, que desvía fondos de necesidades más estratégicas, como la mejora de la flota de submarinos para contrarrestar las amenazas de Rusia. Para otros, la concentración de los esfuerzos en el HMS Queen Elizabeth y HMS Prince of Wales socavan aún más las capacidades de defensa del Reino Unido, reduciendo su “estatus” de potencia media a una posición más débil.
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Esos buques, regalados, son una estafa…
Esos barcos son muy problematicos, para ser nuevos han tenido demasiadas novedades importantes en varios aspectos, solo superados por los problemas que vienen arrastrando los F-35 que han llevado a la U.S Navy a no pensar en dar de baja sus super hornets por un tiempo importante .
Ni hablar del principal problema de la marina britanica que es la falta de personal para operar las embarcaciones, cada barco nuevo implica la baja de otro para que su personal pase a la nueva unidad