En medio de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente, los recientes ejercicios nucleares rusos y la prueba de un misil francés, tal como informó Zona Militar, han elevado la preocupación en Europa. Mientras Moscú simulaba el uso de armas nucleares tácticas, París respondió con una demostración de fuerza al probar su misil ASMPA-R, un vector de su disuasión nuclear independiente.
Las maniobras rusas, calificadas como respuesta a supuestas amenazas occidentales de implicación en la guerra de Ucrania, incluyeron el ensayo del uso de armas nucleares no estratégicas. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, los simulacros buscaban probar la preparación de sus fuerzas para garantizar la integridad territorial y la soberanía del país.
Francia prueba un misil
En un movimiento interpretado por algunos analistas como provocador, apenas un día después del inicio de los ejercicios rusos. Tal como informó el medio hermano Zona Militar, la prueba realizada el 22 de mayo, en el marco de la Operación Durandal, un cazabombardero Rafale B disparó un misil con el apoyo de un avión cisterna Airbus A330 Phenix.
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, enfatizó que la prueba había sido planificada con anticipación y tenía como objetivo mantener la credibilidad del componente nuclear aerotransportado de la disuasión gala. No obstante, el timing de la operación alimentó las especulaciones sobre una potencial escalada en la tensión entre las potencias nucleares.
Analistas advierten que, si bien ambas partes buscan proyectar fuerza y determinación, un error de cálculo podría desencadenar una peligrosa escalada con consecuencias impredecibles.
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