El pasado sábado, el ejército israelí confirmó que sus fuerzas llevaron a cabo una operación diurna en las profundidades del centro de Gaza, donde rescataron a cuatro rehenes de Hamás. No obstante, el Ministerio de Sanidad de Gaza destacó que en la redada israelí, al menos 274 palestinos fallecieron por el intenso fuego durante la compleja operación. 

En palabras del portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, los rehenes estaban retenidos en dos apartamentos separados por unos 219 metros. Destacó que las fuerzas entraron simultáneamente en ambos, y que los rescatadores fueron objeto de un intenso tiroteo. Pero para los israelíes todo valió la pena, ya que posteriormente celebraron el regreso de Noa Argamani, de 26 años; Almog Meir Jan, de 22 años; Andrey Kozlov, de 27 años; y Shlomi Ziv, de 41 años.

Tanque israelí y un APC maniobran dentro de la Franja de Gaza, cerca de la valla entre Israel y Gaza, visto desde Israel [Archivo: Amir Cohen/Reuters].

El número de rehenes que quedan por rescatar se redondea en 120, donde 43 de ellos fueron declarados muertos, después de que aproximadamente la mitad fueran liberados en un alto el fuego de una semana en noviembre. Según el gobierno israelí, sus tropas han recuperado los cadáveres de al menos 16. 

Este último rescate ha “levantado los ánimos” en Israel. No obstante, las divisiones se profundizan sobre cómo llevar a cabo los rescates. Muchos israelíes instan a Netanyahu a que acepte el acuerdo de alto el fuego anunciado el mes pasado por el presidente estadounidense, Joe Biden, pero sus aliados de extrema derecha amenazan con sucumbir a su gobierno si lo hace. Y es que horas después del rescate, miles de israelíes volvieron a concentrarse para protestar contra el gobierno y pedir un acuerdo. 

Manifestantes a favor de la paz se reúnen el domingo en Tel Aviv, Israel [Ahmad Gharabli/AFP].

Lo cierto es que durante esta última operación en Gaza, donde cuatro rehenes israelíes fueron rescatados, fallecieron al menos 274 palestinos. Mientras que la incursión fue celebrada como un éxito por los israelíes, el Ministerio de Sanidad de Gaza destacó el elevado costo de este tipo de operaciones. 

En Gaza, los médicos describieron escenas de caos tras el ataque, donde los hospitales ya desbordados tenían dificultades para tratar a los heridos. El Ministerio agregó que en esta última incursión murieron 64 niños y 57 mujeres, y entre los casi 700 heridos había 153 niños y 161 mujeres.

Palestinos heridos en el hospital de Al Aqsa tras un bombardeo israelí [Ashraf Amra/Anadolu].

En palabras de Karin Huster, de Médicos Sin Fronteras, en el hospital “teníamos toda la gama de heridas de guerra, heridas traumáticas, desde amputaciones a evisceraciones, traumatismos, lesiones cerebrales traumáticas, fracturas y, obviamente, grandes quemaduras. Niños completamente grises o blancos por el shock, quemados, gritando por sus padres. Muchos de ellos no gritan porque están en estado de shock”.

La presión internacional sobre Israel aumenta día a día, donde miles de personas alrededor del mundo piden que el país “limite el derramamiento de sangre” en Gaza. Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, arremetió contra los críticos de la operación en redes sociales, afirmando que “sólo los enemigos de Israel se quejan de las bajas de los terroristas de Hamás y sus cómplices”.

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Redacción
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