El presidente Biden enfrenta el desafío de convencer a sus aliados de que Estados Unidos continuará apoyando a Ucrania, independientemente de lo que suceda en noviembre. Recientemente, Biden y sus aliados han decidido utilizar los ingresos de los activos financieros rusos congelados para ayudar a la reconstrucción de Ucrania. Durante dos años, las mayores economías occidentales han debatido qué hacer con 300 mil millones de dólares en activos rusos congelados que el Kremlin dejó en instituciones financieras occidentales tras la invasión de Ucrania en 2022.
Ahora, después de extensas discusiones sobre la legalidad de transferir esos activos al gobierno de Ucrania, los aliados están cerca de alcanzar un acuerdo que se anunciará en la cumbre del G7 en Italia. El G7 está a punto de acordar un préstamo de aproximadamente 50 mil millones de dólares para reconstruir la infraestructura de Ucrania, con la expectativa de que será reembolsado con los intereses devengados por los activos rusos congelados. Sin embargo, esta cantidad es solo un inicio para la reconstrucción de Ucrania.
¿De qué tratará la cumbre?
La cumbre abordará diversos temas, desde el conflicto Rusia-Ucrania hasta el cese al fuego entre Israel y Hamás, y la inteligencia artificial. Para Biden, esta cumbre es crucial, ya que Europa se prepara para la posible reelección de Donald Trump, quien ha sugerido retirarse de la OTAN, y varios líderes europeos también enfrentan elecciones que podrían redefinir el continente.
El G7 planea usar los 300 mil millones de dólares en activos rusos congelados para ayudar a Ucrania. La administración Biden había considerado confiscar directamente estos activos, pero Europa se opuso por cuestiones legales. En su lugar, la UE acordó utilizar los intereses ganados para proporcionar a Ucrania alrededor de 3 mil millones de euros al año. Biden desea ofrecer más fondos de inmediato mediante un préstamo respaldado por estos intereses, lo cual podría ascender a 50 mil millones de dólares.
Los detalles del préstamo aún se están debatiendo, incluyendo cómo transmitir el dinero a Ucrania y usar una institución como el Banco Mundial como intermediario. También se discuten las contingencias si la guerra termina antes de lo esperado o si las tasas de interés disminuyen.
Los líderes también abordarán cómo evitar que China apoye a Rusia con tecnología de “doble uso” para reconstruir su ejército, planeando nuevas sanciones para limitar estas exportaciones. Evelyn Farkas resaltó que las demoras estadounidenses han llevado a Europa a buscar alternativas, subrayando la necesidad de mantener el enfoque en estas iniciativas.
En el caso argentino, tal como informó Escenario Mundial esta mañana, la cumbre del G7 en Italia también representará la primera vez que Javier Milei se encuentre cara a cara con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, desde que asumió el cargo. Además, se espera que tenga un encuentro con el Papa Francisco, con quien tuvo desacuerdos públicos en el pasado.
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Fuente: The New York Times