Bolivia está enviando a sus militares a las gasolineras en un intento por frenar el contrabando de combustible subsidiado que, según el gobierno, está provocando escasez de gasolina y diésel en todo el país.

Los soldados se asegurarán de que sólo los vehículos registrados en un sistema digital puedan llenar sus tanques, dijo el miércoles el subsecretario de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes. Las protestas contra la escasez de combustible y de dólares se han intensificado en la nación andina, y los sindicatos de camioneros amenazan con bloquear carreteras si la situación persiste.

Bolivia ha estado luchando contra la caída de la producción de petróleo y una falta crónica de divisas que hacen cada vez más difícil para el gobierno del presidente izquierdista Luis Arce importar el combustible que se vende internamente a precios por debajo del costo.

La confrontación y el capoteo de la crisis económica marcan el primer año  de Luis Arce en Bolivia
“Hemos dado instrucciones a las Fuerzas Armadas para que colaboren en el suministro de combustible”, dijo Arce a los periodistas el martes por la noche. “Gran parte del exceso de demanda actual se debe al desvío de combustible”.

El presidente dijo que se reunirá con los camioneros durante el fin de semana en un intento por apaciguarlos. Un grupo de vendedores ambulantes también marcha hacia La Paz con demandas similares. Se espera que llegue el lunes.

La caída de la producción petrolera ha obligado al país a importar el 56% de la gasolina y el 85% del diésel que consume, según Arce. El presidente también intentó importar petróleo de Rusia durante una reciente visita a Moscú.

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Fuente: Bloomberg News

Redacción
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