Vladimir Putin calificó la incautación de activos soberanos de Rusia por parte de Occidente como “robo” y advirtió que estas acciones tendrán represalias. Durante un discurso ante funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores este viernes, el presidente ruso afirmó que la apropiación de estos activos demuestra que cualquier país podría ser víctima de una congelación similar por parte de Estados Unidos y sus aliados occidentales.
“Ahora se está volviendo obvio para todos los países, empresas y fondos soberanos que sus activos y reservas están lejos de ser seguros tanto en el sentido legal como económico de la palabra. Cualquiera podría ser el siguiente en la fila de expropiación por parte de Estados Unidos y Occidente” afirmó el mandatario ruso citado por el medio inews. Siguiendo esta línea, destacó la amenaza de futuras expropiaciones y advirtió: “A pesar de todas las artimañas, el robo ciertamente seguirá siendo un robo. Y no quedará impune”.
El líder ruso señaló que el mundo alcanzó un punto sin retorno debido a lo que él considera el colapso del “modelo occidental” de seguridad global. Además, acusó a Estados Unidos de debilitar la seguridad global al retirarse de diversos pactos armamentistas, y sugirió la creación de un nuevo sistema de seguridad en Eurasia abierto a todos los países, incluidos los miembros europeos de la OTAN.
Por otra parte, Putin mencionó que Rusia estaría dispuesta a iniciar conversaciones de paz si las tropas ucranianas se retiran de las regiones de Zaporizhzhia, Kherson, Donetsk y Luhansk – que Moscú ha anexado ilegalmente -, y si Ucrania renuncia a sus planes de unirse a la OTAN.
Intensificar el apoyo a la defensa de Ucrania
En un gesto de apoyo a la defensa de Ucrania, los líderes del G7 alcanzaron un acuerdo para enviar 50.000 millones de dólares provenientes de activos rusos congelados en Europa para reforzar las finanzas de Kiev. Esta medida, impulsada por la fuerte presión de Estados Unidos, permitirá que los beneficios de los activos rusos garanticen préstamos cruciales para Ucrania en su enfrentamiento con Rusia.
Asimismo, representa un importante impulso financiero para Ucrania, que se adentra en otro verano de conflicto después de haber logrado menos avances territoriales de lo esperado esta primavera. La inyección de fondos congelados rusos brindará un respiro económico a Kiev, permitiéndole mantener su industria bélica y los esfuerzos por repeler la invasión rusa.
El acuerdo, firmado por otros 15 países, también prevé la continuación de los envíos de armas, programas de formación para reforzar las fuerzas armadas de Kiev, un mayor intercambio de inteligencia y proyectos industriales de defensa conjuntos.
Adicionalmente, Estados Unidos y Ucrania firmaron un pacto de seguridad para garantizar el apoyo estadounidense durante una década. Este acuerdo busca mitigar las preocupaciones sobre el impacto que una posible segunda presidencia de Donald Trump podría tener en la capacidad bélica de Ucrania.
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