Altos funcionarios de Estados Unidos expresaron preocupación por la posibilidad de que Vladimir Putin reserve alguna maniobra desestabilizadora para coincidir con la cumbre del 75 aniversario de la OTAN en Washington, programada del 9 al 11 de julio. De acuerdo a lo revelado por Atlantic Council, las especulaciones incluyen desde una ofensiva militar ampliada en Ucrania hasta la introducción de nuevas armas o propuestas de paz engañosas.
En este sentido, desde la administración Biden, aunque ocupada con la guerra en Oriente Medio y otros desafíos, están evaluando diversos escenarios y posibles respuestas a las acciones del presidente ruso. La preocupación se agrava por el patrón histórico de Putin de actuar durante eventos globales importantes, como ya ocurrió en los años 2008, 2014 y 2022.
Además, las inquietudes sobre una sorpresa de verano se ven reforzadas por las recientes acciones de Rusia en Ucrania. A pesar de la aprobación de un significativo paquete de ayuda por parte del Congreso de Estados Unidos y la creciente asistencia militar de otros países, Putin parece decidido a intensificar su ofensiva antes de que llegue más material de guerra occidental.
Es por esto que para contrarrestar cualquier posible sorpresa del líder ruso, analistas explican que los aliados de la OTAN podrían considerar medidas audaces durante la cumbre, como definir claramente el camino de Ucrania hacia la membresía en la Alianza y eliminar restricciones al uso de armamento occidental por parte de Ucrania. Mostrar unidad y determinación podría obligar a Putin a reconsiderar sus ambiciones en Ucrania y restablecer el equilibrio en la región, afirman analistas del Atlantic Council.
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Fuente: Atlantic Council