En esta época del año, el mundo del deporte está viviendo un momento de plenitud con dos de los eventos más importantes a nivel global. Hablamos de la Eurocopa de futbol –actualmente desarrollándose a lo largo y ancho de Alemania-, y de los Juegos Olímpicos, que reunirán a cientos de atletas de diferentes disciplinas en París, Francia, a fines del mes de julio. En ambos casos, la convocante aglomeración de miles de personas en una ciudad europea, ha llevado a que el terrorismo yihadista intente nuevamente sembrar su impronta plagada de terror y sangre, a través de la amenaza de realizar atentados terroristas en las inmediaciones de los estadios protagonistas. De esta manera, las autoridades de los países anfitriones se han visto en la obligación de tomar las medidas necesarias para prevenir una masacre de esa índole.
La Eurocopa, el primer gran desafío
La Eurocopa 2024, la competición de futbol con más relevancia de Europa a nivel selecciones, ha dado el puntapié inicial la semana pasada. En esta ocasión, la anfitriona de este torneo es Alemania, en donde, las autoridades han desplegado un enorme esquema de seguridad a fin de prevenir un eventual atentado terrorista que pueda manchar de sangre el clima festivo de este importante evento. Con relación a esto, las medidas tomadas por los organizadores de la Euro, junto a los referentes de seguridad a nivel local, incluyeron estrictos controles fronterizos, además de los rigurosos controles previos al ingresar a los estadios y el despliegue de nuevas tecnologías que puedan evitar ataques con drones.
Fue en el marco de los operativos de seguridad mencionados anteriormente que, a días del comienzo de la competencia, la policía alemana arrestó a un presunto miembro del autodenominado “Estado Islámico” que había presentado una solicitud para obtener la acreditación y así poder trabajar como personal de seguridad en la mismísima Eurocopa. El sospechoso detenido poseía triple nacionalidad (alemana, marroquí y polaca) y según investigaron, el septiembre pasado habría realizado tres transferencias de criptodivisas a una cuenta vinculada al Estado Islámico del Gran Khorasán (la rama de ISIS en la región de Asia Central, mayormente conocida como ISIS-K). Por su parte, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, señaló que “la seguridad es la máximo prioridad para nosotros, Estamos muy, muy bien preparados y por eso espero que sea un campeonato pacífico y seguro”.
Los Juegos Olímpicos en alerta máxima
El caso de los Juegos Olímpicos, próximos a desarrollarse en París, también ha encendido las alarmas sobre un potencial ataque terrorista durante el transcurso de la Olimpiadas. Así lo expuso un informe publicado por la empresa de ciberseguridad “Recorded Future”, quien señaló que, pese a las altas probabilidades de ciberataques, el mayor riesgo para los JJ. OO de París serán las amenazas vinculadas a la seguridad física, tales como el terrorismo, el extremismo violento, entre otras.
Con respecto a lo señalado en los párrafos anteriores, semanas atrás, el Ministerio del Interior de Francia confirmaba el arresto de un sujeto de origen checheno que fue detenido tras estar planeando cometer un atentado suicida en el Estadio Geoffroy Guichard ubicado en la ciudad de Saint Étienne y que sería el escenario de seis partidos de futbol, con –seguramente- una masiva audiencia presente en cada uno de los encuentros.
Pasado y presente
Tal y como fuimos testigos, Europa –y particularmente Francia- ha sido el blanco de decenas de ataques terroristas de naturaleza yihadista en los últimos 10 años. Muchos lectores recordarán el salvaje atentado terrorista ocurrido en la redacción de la revista satírica “Charlie Hebdo” en el año 2015, pero sin irnos más lejos, a días de haber estallado la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre, un joven -también de origen checheno- asesinó a cuchillazos a un profesor en la ciudad de Arras, al norte del país galo.
No obstante, y en relación a lo que veníamos detallando previamente, los Juegos Olímpicos también han sido protagonistas de atentados terroristas en el pasado, tal como sucedió en los JJ. OO de Atlanta en el año 1996, y –sin duda alguna- el caso más emblemático de todos. Hablamos de la denominada “Masacre de Múnich” (1972), en donde la organización terrorista de origen palestino denominada “Septiembre Negro” secuestró y asesinó a once atletas israelíes que integraban el comité de dicha nación de cara a esos JJ.OO.
No caben dudas de que transcurrieron muchos años desde aquellos trágicos hechos que ejemplificamos anteriormente. También claro está que, en este tiempo, los avances tecnológicos en materia de seguridad y defensa han alcanzado niveles nunca antes vistos y continúan mejorando día a día.
Pese a esto, también somos testigos en carne propia de que –paralelamente a al crecimiento en materia de seguridad- el fenómeno del Terrorismo posee un nivel de adaptación impresionante y que, particularmente el terrorismo yihadista se encuentra siempre al pie del cañón a la hora de llevar a cabo sus macabras intenciones.
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