La administración inglesa de las Islas Malvinas dio un nuevo paso en el proceso de exploración de petróleo en aguas del Atlántico Sur, disputadas con Argentina. Tras una reunión del Consejo Ejecutivo de las Islas Malvinas, se lanzó una consulta pública hasta el 5 de agosto sobre la “Declaración de Impacto Medioambiental (EIS)” del yacimiento de Sea Lion, ubicado en la Área de Desarrollo del norte de las Malvinas, Fase 1 y Fase 2, la cual fuera sometida por Navitas Petroleum Development y Production.

El nuevo proyecto de desarrollo petrolero, situado a 220 km al norte de las islas, contempla la perforación de 23 pozos y la producción de más de 300 millones de barriles de petróleo en los próximos treinta años. El mismo utilizará una Plataforma Flotante de Almacenaje y Descarga (FPSO) – una infraestructura clave en la industria petrolera – y se llevará a cabo bajo la supervisión del Departamento de Recursos Minerales de las islas, intensificando el conflicto sobre la soberanía de estas aguas.

En paralelo, la administración isleña lanzó una búsqueda para el puesto de “CEO, Administrador General del aparato gubernamental”, un rol incluye proporcionar asesoramiento estratégico y de políticas a los miembros de la Asamblea Legislativa y al Gobernador, así como liderar el Servicio Civil del gobierno de las Islas Malvinas.

Este movimiento unilateral de los isleños, en un nuevo proyecto de exploración petrolera, desafía el reclamo de soberanía de Argentina sobre dicho territorio. Recientemente, la canciller argentina, Diana Mondino, reiteró la postura del país durante su intervención en el Comité de Descolonización de la ONU, cuestionando la ocupación británica y reclamando el uso de los recursos naturales para Argentina.

Proyecto con polémica

El campo petrolífero Sea Lion, ubicado en el Bloque 14/10 frente a la costa de las Islas Malvinas, puso de manifiesto la actividad de exploración y explotación petrolera extranjera en la región. Operado por la empresa israelí Navitas Petroleum, en colaboración con la británica Rockhopper Exploration, el descubrimiento del campo Sea Lion en 2010 marcó un hito al ser la primera reserva comercialmente viable en la Cuenca de las Malvinas del Norte.

Sin embargo, la explotación del campo Sea Lion se vuelve un proyecto tan clave como polémico dada las complejas dinámicas geopolíticas y la disputa de soberanía entre Argentina y Reino Unido. Asimismo destaca el papel que están llevando a cabo empresas extranjeras con licencias británicas en dicha región pese a los reclamos del Gobierno argentino por considerarlas ilegales.

Fuente: El Cronista

Redacción
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