Bajo las amenazas de “restaurar la democracia” por parte del destituido comandante general, Juan José Zúñiga, unidades del Ejército boliviano tomaron por la fuerza el Palacio de Gobierno en La Paz en un intento de golpe de estado contra el presidente Luis Arce. El mandatario, que previamente había denunciado “movimientos irregulares” en el ejército, afirmó que este incidente se trató de un intento de derrocar su gobierno en medio de una creciente crisis económica y tensiones políticas internas.

El presidente boliviano, Luis Arce, levanta un puño cerrado rodeado de partidarios y medios de comunicación, frente al palacio de gobierno en La Paz, Bolivia, el miércoles 26 de junio de 2024. (Foto AP/Rodwy Cazon Barrios)

Horas más tarde, las tropas que habían tomado el control del gobierno se retiraron luego de que Arce nombrara a un nuevos jefes del ejército, la marina y la fuerza aérea, y se ordenara el repliegue inmediato de los soldados. El rápido desenlace de la rebelión, que duró solo tres horas, culminó con cientos de partidarios de Arce celebrando en la plaza frente al palacio y la posterior detención del general Juan José Zúñiga y el ex vicealmirante de Marina, Juan Arnez Salvador, tras la apertura de una investigación por parte del fiscal general. Además, el presidente boliviano agradeció a la policía del país y a los aliados regionales por apoyarlo.

Sin embargo, expertos afirman que este intento de golpe de estado es la culminación de meses de tensiones, manifestaciones y una crisis económica que atraviesan a Bolivia. Exacerbada por una lucha interna entre Arce y el ex presidente Evo Morales por el control del partido gobernante​.

Crisis económica y conflictos políticos internos

La economía boliviana, que alguna vez fue considerada un “milagro económico” con un crecimiento superior al 4% anual durante la década de 2010, viene experimentando una desaceleración drástica. La pandemia de COVID-19 agravó la situación, llevando al país a una profunda crisis económica con inflación creciente y escasez de dólares. Las reservas de divisas y de oro se vieron agotadas, y el Gobierno se vio en la necesidad de recurrir a la venta de bonos en dólares a nivel local para sostener el gasto público​.

En medio de este panorama crítico, el conflicto político entre Arce y Morales paralizó los esfuerzos del gobierno para resolver la crisis. Un ejemplo de ello, es el bloqueo sistemático, por parte de los aliados de Morales en el Congreso, a los intentos de Arce de endeudarse para aliviar la presión económica. La lucha política y la acentuada crisis económica llegaron a configurar un ambiente de alta tensión y malestar político.

Redacción
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