Siguiendo con la cobertura de Escenario Mundial junto a Zona Militar, y gracias a PEN Ukraine, tuvimos la oportunidad de recorrer Borodyanka, Bucha e Irpin. En estas ciudades pudimos ser testigos en primera persona de la destrucción causada por la guerra. Al recorrer las calles de estos puntos clave para la resistencia de Ucrania, cuando Rusia lanzó un ataque relámpago hacia Kiev, uno se enfrenta a la magnitud devastadora de los hechos de un conflicto que ya lleva casi dos años y medio desde su inicio.

Cada ciudad cuenta una historia de sufrimiento y resiliencia. Desde los puentes destruidos en Irpin hasta las fosas comunes en Bucha, y los edificios arrasados en Borodyanka, es evidente que la guerra ha dejado cicatrices profundas. Sin embargo, también encontramos señales de esperanza y determinación en cada esquina, reflejadas en los esfuerzos de reconstrucción y en la firmeza de la comunidad local que lucha por recuperar lo perdido.

Irpin: entre puentes y resistencia

Mi viaje comenzó en Irpin, una ciudad ubicada a solo 21 kilómetros de la capital, Kiev. La imagen de un puente destruido para detener el avance ruso es uno de los primeros puntos que llama la atención. Frenar el avance ruso aquí fue crítico, y este puente se ha convertido en un símbolo y un recordatorio de la resistencia. Maksym, el coordinador del programa de PEN Ukraine que nos acompañó y guio por estos lugares, explicó la importancia estratégica del puente para la defensa de Kiev.

Partes de Irpin estuvieron ocupadas por las fuerzas rusas hasta que fueron expulsadas a finales de marzo de 2022, dejando atrás más de 250 civiles muertos, un cuarto de los 62,000 residentes sin hogar y el 70% de la infraestructura dañada.

En las calles de Irpin, uno se encuentra con un desolador paisaje de destrucción. Un cementerio de autos y un centro cultural reducidos a escombros son testimonio del impacto devastador de la guerra. Además, un memorial lleno de “regalos de Rusia”, compuesto por pedazos de municiones y morteros, sirve como recordatorio constante del sufrimiento vivido.

Bucha – Ucrania

El recorrido por las atrocidades de Bucha

Después de explorar Irpin, nos dirigimos a Bucha, otra ciudad que ha sufrido enormemente durante este conflicto. Bucha se encuentra a pocos kilómetros al noroeste de Kiev y ha sido testigo de algunos de los eventos más trágicos de la guerra.

Mi primera parada en Bucha fue la iglesia de San Andres. Esta hermosa construcción esconde tras sus muros blancos un sombrío recordatorio de la guerra: una pared con placas conmemorativas de metal. Esta pared conmemora a aquellos que fueron enterrados en fosas comunes durante la ocupación rusa. Hasta ahora, muestra 509 nombres, aunque algunas placas permanecen en blanco debido a que hay más de 100 cuerpos no identificados en el cementerio de la ciudad, desenterrados de tumbas poco profundas en toda Bucha y vueltos a enterrar.

Otras placas en la pared conmemorativa no tienen fecha de fallecimiento, solo el mes de marzo, cuando Bucha estuvo bajo ocupación rusa. Frente a esta pared, un cartel enumera las decenas de personas que aún están desaparecidas.

Borodyanka y los restos de la guerra

Finalmente, nuestra tercera parada fue Borodyanka, una ciudad de 12,000 habitantes situada a 40 kilómetros al noroeste de Kiev. Borodyanka ha sufrido algunas de las peores destrucciones vistas en la guerra de Rusia contra Ucrania.

Más de 10 edificios de apartamentos en el corazón de la ciudad fueron destruidos por las bombas rusas a principios de marzo de 2022. Partes de la ciudad estuvieron ocupadas por las fuerzas rusas hasta que fueron expulsadas a finales de ese mes, dejando atrás más de 250 civiles muertos, un cuarto de los 62,000 residentes sin hogar y el 70% de la infraestructura dañada.

La ciudad se encuentra en proceso de reconstrucción, pero las heridas de la guerra se mantienen. En la plaza principal, la estatua del poeta Taras Shevchenko se erige como un recordatorio de aquellos días. Shevchenko, fundador del lenguaje literario ucraniano moderno, es también un símbolo crucial de la nación ucraniana.

A casi dos años y medio del inicio de la invasión rusa, la destrucción perpetrada por Rusia en Borodyanka, Bucha e Irpin es un recordatorio constante de aquellos días en que la guerra comenzó. Sin embargo, también mantiene viva la llama de “luchar para sobrevivir”

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Alejo Sanchez Piccat
Licenciado en Gobierno y Relaciones Internacionales UADE Maestrando en Defensa Nacional UNDEF Interesado en Seguridad Nuclear y Medio Oriente Contacto directo: asanchezpiccat@esceneariomundial.com

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