Ante la insuficiencia de sistemas antiaéreos para repeler los constantes ataques de Rusia, Ucrania está intensificando sus esfuerzos para que sus aliados europeos establezcan una zona de exclusión aérea en el oeste del país. La propuesta incluye el despliegue de sistemas de defensa antiaérea en Polonia y Rumanía, según informaron fuentes oficiales a la agencia AFP.
La iniciativa busca crear un espacio seguro en el oeste de Ucrania, donde la industria, las infraestructuras energéticas y la población civil puedan protegerse de la devastación provocada por los recientes ataques rusos. “No entiendo por qué la OTAN no despliega sistemas Patriot a lo largo de la frontera polaca”, expresó el legislador ucraniano Oleksiy Goncharenko, refiriéndose a los avanzados sistemas de defensa aérea de fabricación estadounidense.
Argumentos y respaldo
Goncharenko añadió que los misiles rusos ya han violado el espacio aéreo de Polonia y Rumanía. “Esto protegería las fronteras de Polonia y Rumanía y crearía una zona segura en el oeste y sur de Ucrania”, afirmó. Esta solicitud fue respaldada por varios funcionarios civiles y militares ucranianos durante una visita organizada por el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) y el think tank local New Europe Center.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, abrió el debate en mayo, argumentando que no había “ningún motivo jurídico, de seguridad o moral que impida a nuestros socios derribar misiles rusos sobre el territorio de Ucrania desde su propio territorio”. Por su parte, el Presidente Volodímir Zelenski ha estado solicitando más defensas aéreas a los socios occidentales, aunque los nuevos suministros han llegado de manera gradual.
Respuesta internacional y situación energética
Entre los logros recientes de Kiev se destaca la promesa de Rumanía de proporcionar un sistema de defensa antimisiles Patriot. Además, Estados Unidos ha indicado que priorizará las ventas de misiles antiaéreos a Ucrania durante los próximos 16 meses, permitiendo así que el país reponga sus reservas.
Sin embargo, el tiempo apremia para Ucrania, que ha visto destruida la mitad de su capacidad de producción eléctrica en los últimos meses. Cada semana, misiles y drones rusos atacan la red energética del país, causando apagones diarios que afectan a casi toda la población.
Rusia ha centrado sus bombardeos en las redes de distribución de energía de Ucrania desde el invierno de 2022-2023, pero últimamente ha destruido instalaciones de producción energética, que son mucho más costosas y llevan años de reparación o reconstrucción. Moscú también ha atacado las reservas energéticas de Ucrania, incluyendo una instalación de almacenamiento de gas ubicada a tres kilómetros bajo tierra en el oeste del país.
Conversaciones en curso
Un alto funcionario de seguridad ucraniano, que prefirió mantenerse en el anonimato, señaló que la situación energética es crítica y podría empeorar con la llegada del invierno. También afirmó que las conversaciones con los aliados occidentales sobre la creación de una zona de exclusión aérea en el oeste de Ucrania están en curso, utilizando sistemas Patriot en Polonia o Rumanía. “Pero esa no es una decisión sencilla”, añadió.
Los países occidentales han sido cautelosos respecto a cualquier medida que pudiera provocar enfrentamientos directos con las fuerzas rusas y desencadenar una guerra más amplia, lo que ha ralentizado el proceso. No obstante, el tema podría discutirse en la próxima cumbre de la OTAN, programada para principios de julio en Washington, según la viceprimera ministra ucraniana, Olga Stefanishyna.
Perspectivas de la OTAN
Stefanishyna afirmó que Ucrania está haciendo todo lo posible para movilizar suficientes sistemas de defensa aérea que permitan al país mantenerse funcional durante toda la guerra. Sin embargo, Kiev no espera avances significativos hacia la adhesión a la OTAN, ya que Washington y Berlín se oponen firmemente por temor a agravar aún más las tensiones con Rusia. “Las posibilidades de obtener una invitación son casi nulas”, comentó una fuente diplomática ucraniana.
A pesar de ello, la fuente agregó que los aliados de Ucrania sienten una “culpa” que juega a favor de Kiev, presionándolos para tomar “otras decisiones contundentes como alternativa”.
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