El autodenominado “Estado Islámico de Irak y Siria” -mundialmente reconocido por sus siglas en inglés ISIS– se posiciona, desde hace años, como la organización terrorista más letal a nivel global. Al decir esto, no solo hacemos referencia a la inmensa cantidad de atentados perpetrados a lo largo y ancho del mundo, sino también a la gran capacidad de ISIS de desplegar su poderío y salvaje ideología a través de las distintas ramas que este grupo terrorista posee alrededor del mundo y que ponen en peligro a varios continentes, y ni hablar de los tantos países afectados directa o indirectamente por el ISIS.
Muchas veces, en artículos anteriores, hemos mencionado a las distintas células o también llamadas filiales que el autodenominado “Estado Islámico” tiene alrededor del planeta y que, en algún momento, le juraron lealtad al “Califa” de ISIS. Sin embargo, en esta columna nos enfocaremos en repasar lo que se sabe de cada una de estas ramas, su origen, qué representan, cuánto abarcan y cuál es su relevancia al hablar de terrorismo yihadista en el ámbito internacional.
ISIS-K, el Estado Islámico del Gran Khorasán
Sin duda alguna, ISIS-K es la célula del autodenominado “Estado Islámico” más conocida en la actualidad. Su nombre deriva de las siglas en inglés referidas al “Estado Islámico del Gran Khorasán”, el cual se basa en los distintos campos de acción de esta organización terrorista, las cuales abarcan la región de Asia Central, incluyendo parte de Irán, Pakistán y Afganistán. En este último, desde hace varios años, ISIS-K mantiene constantes enfrentamientos con los Talibanes que gobiernan el país tras la toma de Kabul en 2021.
Si bien ISIS-K tiene sus orígenes en 2015 –año de pleno apogeo del autodenominado “Estado Islámico” en los territorios capturados de Siria e Irak-, esta organización terrorista supo poner su nombre en los principales medios de comunicación tras los brutales ataques terroristas llevados a cabo en Moscú, Rusia, que dejaron un saldo de 145 personas asesinadas y más de 500 heridos.
No obstante, otro de los recordados atentados terroristas de los que ISIS-K también ha sido el artífice fue el salvaje atentado que tuvo lugar en el Aeropuerto de Kabul, Afganistán, mientras se llevaba a cabo el retiro de las tropas estadounidenses que abandonaban el país tras estar desplegados 20 años en suelo afgano. En el mismo, 183 personas fueron asesinadas, incluidos 13 militares norteamericanos.
ISIS-C y el nacimiento de un nuevo Califato: el “Estado Islámico del Cáucaso”
En el caso de ISIS-C, tuvo su nacimiento allá por el año 2015, al igual que muchas de las ramas de ISIS. En tales circunstancias, quien en ese entonces se desempeñaba como el portavoz de autodenominado “Estado Islámico”, Abu Mohammad ad Adnani, declaró la creación de un nuevo “Califato” al que denominaría como “Estado Islámico del Cáucaso”, y que abarcaría las regiones pertenecientes al norte del Cáucaso, más precisamente a las zonas de Chechenia y Daguestán, dos de las principales repúblicas rusas.
No tardaron en pasar muchos meses hasta que se produzco el primer atentado terrorista llevado a cabo por ISIS-C en una base militar rusa ubicada en Daguestán. Este sería el primero de una larga lista de atentados adjudicados por esta nueva rama de ISIS que continuaría sembrando terror en una zona ya conflictiva como lo es el Cáucaso.
ISWAP: la mano de ISIS en el continente africano
Al hablar de Terrorismo y de ISIS en particular, no podíamos no hacer mención al continente africano, la región más azotada por el fenómeno del terrorismo yihadista a nivel mundial de la mano de organizaciones como JNIM (Jama’at Nasr al-Islam wal Muslimin), Boko Haram e ISWAP. Estos dos últimos, en principio y tras prestarle juramento al Califa de ISIS, conformaban una organización terrorista de gran relevancia. Sin embargo, tras una serie de disputas internas, ambos grupos yihadistas decidieron tomar caminos separados por lo que, en la actualidad, ISWAP -conocido por sus siglas como “La Provincia del Estado Islámico en África Occidental”- funciona como la rama de ISIS en África, sembrando el terror una región, ya caótica, desde el año 2016.
La huella de ISIS en el sudeste asiático
En los párrafos anteriores hablamos de las células de ISIS en Asia Central y en la región del Cáucaso. No obstante, y paralelamente, la actividad del autodenominado “Estado Islámico” en el continente asiático no se estancaría allí, ya que ISIS tendría otra de sus células actuando en el sudeste asiático -más precisamente en Filipinas-, la cual se denominaría Abu Sayyaf o “Estado Islámico de la Provincia del Este de Asia”.
Esta rama de ISIS, pese a tener una gran cantidad de atentados terroristas en su haber a lo largo de los años, se encuentra atravesando una crítica situación que la estaría acercando a su posible extinción.
El padre de todas las células
Los distintos casos mencionados a lo largo de esta columna, constituyen algunos de los ejemplos de que, muchas veces en el transcurso de los últimos años, se ha mencionado que la actividad terrorista de ISIS ha disminuido, sobre todo, tras los distintos asesinatos de sus Califas. Si bien, esto puede llegar a ser cierto si nos enfocamos en las regiones que ISIS ha sabido dominar –Irak y Siria, respectivamente-, las múltiples células que esta organización terrorista posee alrededor del mundo siguen sembrando terror en distintas regiones del planeta. Lo que demuestra, una vez más, que la vocación holística de este grupo yihadista lleva a que el terrorismo abarque cada día más regiones de la mano de los tentáculos que este enorme monstruo conocido como ISIS tiene.
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