La administración de Biden está evaluando la posibilidad de autorizar a Ucrania a llevar a cabo ataques contra aeródromos rusos, en una medida que podría cambiar el curso del conflicto. Según John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., no se han realizado cambios en la política actual que permite a Ucrania utilizar armas suministradas por Estados Unidos para atacar objetivos al otro lado de la frontera.
Posición de Estados Unidos y contexto actual
“El presidente dio instrucciones a Ucrania de que podía utilizar armas suministradas por EE.UU. para atacar objetivos al otro lado de la frontera. Ese sigue siendo el caso”, afirmó Kirby. Sin embargo, no dio una respuesta clara sobre si se permitirá a la Fuerza Aérea Ucraniana atacar aeródromos militares en el interior de Rusia, donde se encuentra la aviación estratégica hostil.
El debate surge en un contexto de intensificación del conflicto. El 8 de julio, Rusia lanzó un bombardeo masivo con misiles contra varias ciudades ucranianas, incluyendo Kiev, Dnipro, Kryvyi Rih, Sloviansk y Kramatorsk. El agresor disparó simultáneamente 40 misiles de diversos tipos desde múltiples direcciones, causando destrucción y numerosas víctimas.
Declaraciones y recomendaciones
Dmytro Kuleba, ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, expresó que las Fuerzas Armadas ucranianas podrían recibir finalmente permiso para atacar con armamento occidental a los bombarderos rusos en sus propios aeródromos. Esta declaración subraya la necesidad de Ucrania de poder neutralizar las bases desde las cuales Rusia lanza sus ataques.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) también se ha manifestado sobre el tema, señalando que los países occidentales deberían permitir a Ucrania atacar objetivos militares rusos con armamento occidental. Según el ISW, esta medida podría interrumpir las operaciones ofensivas a gran escala del agresor y cambiar la dinámica del conflicto a favor de Ucrania.
Implicancias estratégicas
Permitir a Ucrania atacar aeródromos dentro de Rusia con armamento occidental representaría un cambio significativo en la postura defensiva de Estados Unidos y sus aliados. Actualmente, la política ha sido de restricción en cuanto a los ataques que cruzan la frontera, con el fin de evitar una escalada directa con Rusia. Sin embargo, la necesidad de frenar los bombardeos y ataques aéreos rusos podría justificar una revisión de estas restricciones.
Además, esta decisión podría tener repercusiones en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos, sus aliados y Rusia. Una autorización para atacar objetivos dentro de Rusia podría ser vista como una escalada y podría desencadenar represalias por parte del Kremlin, aumentando las tensiones en el conflicto.
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