El Reino Unido avanza con su ambicioso proyecto de extracción de petróleo en las Islas Malvinas, a pesar de la enérgica oposición del gobierno argentino. El proyecto, que involucra el yacimiento Sea Lion, situado a 220 km al norte de las Islas Malvinas, ha generado una polémica en la cual pone de manifiesto la actitud unilateral del Reino Unido en su posición ilegal con respecto a las Islas.
Las autoridades impuestas de las Islas han dejado claro que consideran el petróleo descubierto en el yacimiento como parte de sus recursos territoriales legítimos. Según declaraciones al diario británico Express, los funcionarios locales sostienen que tienen derecho a utilizar estos recursos según lo estimen conveniente, apoyados por el reconocimiento y respaldo del gobierno del Reino Unido.
“La gestión de los recursos naturales es un derecho consagrado en nuestra constitución y avalado por nuestro derecho a la autodeterminación”, afirmaron desde el gobierno de las Malvinas. “El sistema nacional de concesión de licencias petrolíferas incluye actividades de exploración, evaluación y producción de hidrocarburos, lo cual ha llevado al descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo y gas en nuestras aguas.”
Impacto económico y ambiental
La empresa israelí Navitas Petroleum, encargada del proyecto, ha presentado una declaración de impacto ambiental que está siendo sometida a consulta pública por el gobierno de las Malvinas. Se espera que la aprobación oficial se dé en los próximos meses, permitiendo que la perforación comience dentro de un plazo de 17 a 23 meses. El primer barril de petróleo podría salir a la luz en menos de tres años.
El yacimiento Sea Lion contiene aproximadamente 300 millones de barriles de petróleo, lo que a precios actuales del mercado representaría un valor de más de 25.000 millones de libras esterlinas. La extracción total del petróleo se proyecta para los próximos 30 años.
Reacción y respuesta argentina
Argentina ha respondido con indignación a estos desarrollos. Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, expresó su rechazo categórico, acusando al Reino Unido de expoliar recursos que pertenecen a Argentina y de violar flagrantemente el derecho internacional. Melella denunció las acciones británicas como ilegales, criticando la consulta popular planificada en las Islas Malvinas.
Por su parte, la senadora Cristina López instó al presidente argentino, Javier Milei, a tomar medidas firmes contra Gran Bretaña. López señaló la inacción del gobierno en defensa de los recursos naturales argentinos y pidió una respuesta contundente.
Milei, quien ha prometido recuperar la soberanía sobre las Malvinas mediante negociaciones diplomáticas, enfrenta ahora un desafío significativo. La postura británica, reafirmada por el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Lord Cameron, es clara: no habrá discusiones sobre la soberanía mientras los isleños deseen seguir siendo parte del Reino Unido.
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