En su discurso ante el Parlamento, el rey Carlos III dio a conocer la agenda legislativa del Partido Laborista. Algunos de los proyectos de ley del Gobierno de Keir Starmer son reformas vinculadas a planificación e infraestructura, derechos laborales, redes y servicios ferroviarios, agua y energía.

En su manifiesto durante la campaña electoral, el Partido Laborista había presentado su plan para “hacer del Reino Unido una superpotencia de energía limpia”. El 17 de julio, ante la Cámara de los Lores, el rey Carlos III mencionó la presentación de un proyecto de ley para crear una empresa de propiedad pública de energías renovables, Great British Energy. Decisión con el objeto de reducir las facturas de energía y fortalecer la seguridad energética.

Entre otras de las propuestas, se incluye una reforma de Crown Estate con el objeto de eliminar restricciones, flexibilizar requerimientos y desbloquear inversiones en energías renovables. Se proyecta, en primer término, inversiones para ampliar la capacidad británica de energía eólica marina. Crown Estate es una empresa con posesión de tierras e inmuebles, propiedad del monarca durante su reinado pero controlado por el gobierno quien designa para su administración un conjunto de comisionados.

Además, se anunció la producción de combustible de aviación sostenible y reformas en la regulación del agua. Sobre el combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), se proyecta que para 2040, el 22% del combustible utilizado por los vuelos que parten desde Reino Unido utilizarán recursos sostenibles. Por su parte, el proyecto de ley sobre el agua busca fortalecer la regulación y el rol del regulador, Ofwat, al prohibir el pago de bonificaciones por incumplimiento de normas ambientales, a la vez que aumenta la responsabilidad de los ejecutivos del agua.

Además de estos proyectos revelados en el discurso del rey, durante los primeros días del gobierno laborista también se tomaron decisiones sobre la nueva política y enfoque ambiental. El pasado 9 de julio, el gobierno eliminó de facto una prohibición sobre parques eólicos (en tierra) que se encontraban en el Marco Nacional de Políticas de Planificación (NPPF, por sus siglas en inglés).

Por su parte, el 10 de julio, la Secretaría de Estado para Seguridad Energética y Cero Neto, liderada por Ed Miliband, lanzó la iniciativa Mission Control con el objeto de acelerar la transición hacia las energías renovables y descarbonizar el sector energético de Reino Unido. Chris Stark, quien se encuentra a cargo de la iniciativa expresó que es un “centro de control para impulsar la misión del gobierno de proporcionar a Gran Bretaña energía limpia y más barata para 2030”.

Al retomar las propuestas de campaña en estas primeras decisiones por parte del gobierno del Partido Laborista, da cuenta del cambio de orientación con el fin de afianzar la posición de Reino Unido en la consecución de las metas ambientales y la lucha contra el cambio climático.

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