El Seimas de la República de Lituania decidió por mayoría abandonar la Convención sobre municiones en racimo luego de evaluar las experiencias de los últimos años, particularmente por la agresión de Rusia a Ucrania. La decisión parlamentaria, que tendrá que ser refrendada por el presidente, levantará las restricciones a la hora comprar, almacenar y usar, en caso de guerra, municiones de este tipo.
La retirada de la convención fue apoyada por mayoría: 103 miembros del Seimas lituano votaron a favor, un diputado en contra y cuatro se abstuvieron. Una vez que el presidente Gitanas Nausėda rubrique la ley, Lituania deberá notificar su retirada por vía diplomática al secretario general de la ONU, depositario de la convención. También se elevará una notificación al Consejo de Seguridad, documento en el cual se brindarán las razones de la decisión.
El retiro de la Convención sobre municiones en racimo se debe a la cambiante situación geopolítica mundial, pero particularmente en Europa tras la invasión y anexión que está realizando Rusia en Ucrania. Al respecto, el ministro de Defensa Laurynas Kasciunas lituano expresó que “…Este tipo de convenciones tienen peso cuando todos los países se adhieren a ellas. En este caso, el problema es que la Federación Rusa, que está llevando a cabo una agresión contra Ucrania y tiene ambiciones imperialistas, no sigue estas normas…”
“…Cuando ratificamos esta convención y nos adherimos a ella, era otra época. Ahora las cosas son mucho más complicadas. Por lo tanto, sería muy erróneo que un Estado, preparándose para su defensa, dijera inmediatamente qué capacidades no utilizará para su defensa..” añadió el titular de la cartera de defensa lituana.
Lituania planea retirarse de la convención sobre municiones en racimo en un plazo de seis meses a partir de la notificación. El país báltico ratificó el mencionado documento en 2010.
A los fines de sostener su posición, el ministro Kasciūnas aseguró que las municiones en racimo modernas han incrementado notablemente las medidas de seguridad, evitando de esta manera los denominados UXO o artefacto explosivo sin detonar, las cuales representan un alto riego en el mediano y largo plazo.
Conforme a lo informado por medios lituanos, los debates sobre la retirada de Lituania de la Convención de Oslo que prohíbe el uso de municiones en racimo surgieron el verano pasado, cuando el entonces ministro de Defensa, Arvydas Anušauskas, expresó tal expectativa al solicitar una reevaluación de las disposiciones de este instrumento internacional por motivos de seguridad nacional.
La Convención sobre Municiones en Racimo
La Convención es un instrumento legal impulsado para prohibir todo uso, producción, transferencia y almacenamiento de municiones en racimo. Además, establece un marco de cooperación y asistencia a sobrevivientes y sus comunidades, limpieza de áreas afectadas por las UXO, educación para la reducción de riesgos y destrucción de los stocks remanentes en arsenales.
El término municiones en racimo hace referencia a varios sistemas de armamento que dispersan submuniciones explosivas de pequeño tamaño. Estas submuniciones pueden lanzarse desde cohetes, misiles, proyectiles de artillería y bombas aérea, entre otros. El efecto previsto es abarcar grandes superficies, a los fines de destruir o dañar vehículos, equipamiento y personal.
La convención cuenta con la firma de 123 países, de los cuales 110 la han ratificado. EE.UU., China, Rusia, Argentina, Brasil, se encuentran entre las naciones que no adhirieron a la normativa.
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