El Parlamento Europeo confirmó a Ursula von der Leyen para un segundo mandato de cinco años como presidenta de la Comisión Europea, en una votación que tuvo 401 votos a favor, 284 en contra y 15 abstenciones (además de siete votos nulos). Previo a la votación, la funcionaria presentó sus prioridades políticas para los próximos cinco años en un debate con los eurodiputados, prometiendo abordar una serie de desafíos tanto internos como externos que definirán el futuro de la Unión Europea (UE).

En su primer mandato, Ursula von der Leyen se destacó por su capacidad de liderazgo en momentos de crisis, incluyendo la pandemia de COVID-19 y la invasión rusa a Ucrania. Su enfoque decisivo permitió a la Comisión Europea coordinar una respuesta unificada y eficaz a estas emergencias, lo que reforzó su papel central en la toma de decisiones dentro del bloqueo.

Ursula von der Leyen liderará la Comisión Europea para un segundo mandato de cinco años al frente de la Comisión © European Union, 2024 – EP

Para su segundo mandato, la funcionario ha delineado una serie de prioridades clave en sus directrices políticas. Entre las que se encuentran la construcción de una Europa más competitiva, el impulso de las capacidades de defensa de la UE, la promoción de políticas sociales y económicas, y la protección de la democracia europea. También se centrará en fortalecer la seguridad económica y en mantener una postura firme frente a China y Rusia. La presidenta prometió un “fondo europeo de competitividad” y un “pacto industrial limpio” para sus primeros cien días en el cargo.

Desafíos internos y externos

Sin embargo, von der Leyen enfrentará una serie de desafíos considerables: A nivel interno, deberá navegar un panorama político europeo cada vez más fragmentado, con un número creciente de líderes populistas y gobiernos de extrema derecha que buscarán influir en la política de la UE. Estos actores podrían dificultar la aprobación de nuevas regulaciones, especialmente aquellas relacionadas con la transición verde, un tema que ya ha generado divisiones.

Externamente, la rivalidad geoestratégica con China y Rusia seguirá siendo una fuente de tensión. Pekín intentará dividir a Europa y debilitar su agenda de reducción de riesgos, mientras que el apoyo continuo a Ucrania requerirá atención y recursos sostenidos. Además, las próximas elecciones en Estados Unidos podrían influir en la relación transatlántica, especialmente si Donald Trump retorna al poder, lo que podría complicar los esfuerzos de von der Leyen para fortalecer los lazos con Washington.

Fuentes: Atlantic Council & Parlamento Europeo

Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

Dejá tu comentario